Hoy día existen otros tratamientos, este es uno de ellos. SANTO DOMINGO. Que un individuo extienda su vida sexual, disminuida después de cierta edad o por alguna patología, ya está dentro de sus posibilidades. De hecho, hoy día se habla de la implantación de las prótesis de pene como otra alternativa para tratar la disfunción eréctil.
La uróloga especialista, Marlin Fernández, explica que para realizar este procedimiento se introducen quirúrgicamente unos dispositivos en el pene, a fin de que el paciente logre una erección suficiente para la penetración durante el acto sexual.
“Las prótesis de pene están hechas de silicón y titanium. Algunas están cubiertas por una capa que permite que los antibióticos se adhieran a la misma, evitando así las infecciones”, indica esta profesional de la urología, que también asegura que en el post quirúrgico no suele haber dolor y que recomienda aguardar entre cuatro y seis semanas, aproximadamente, para retomar el acto sexual.
Mientras la intervención dura aproximadamente una hora y se realiza con una anestesia que generalmente es local, existen diferentes vías para la implantación de la prótesis, según donde se haga la incisión: la infra-púbica es en el abdomen, por encima del pene; está la del cuerpo del pene; la subcoronal y la escrotal (en el escroto, bajo el pene).
Hay dos tipos de prótesis: las maleables, que constan de dos cilindros que se colocan en cada cuerpo cavernoso y que le dan la rigidez al pene, donde el paciente tiene que acomodárselo de manera tal que no se le note, pues al estar rígido siempre puede advertirse un bulto en la bolsa y hacer pasar un maltrato al mismo. También están las inflables que tienen igualmente dos cilindros, pero que además están conectados a una perita que se coloca en la bolsa y que contiene solución fisiológica que va a permitir que, cuando el paciente presione la perita, este líquido se dirija hacia los cilindros para que estos se inflen y le den la rigidez necesaria del miembro viril.
Motivos para indicar el implante
Las prótesis de pene se indica en pacientes con disfunción eréctil severa y que no hayan respondido a los tratamientos convencionales para manejar esta condición.
Marlin Fernández señala que, después de este procedimiento, la erección no es igual, pues la sensación de llenado que el hombre siente cuando se erecta el pene, no la va a tener. Sin embargo, la sensación de placer sí se logra.
Fernández explica que este tipo de cirugía podría ser más frecuente, pero están el factor temor, vergüenza, desconocimiento del paciente a someterse a este tipo de cirugía, y por último y no menos importante, el económico.
Es importante recalcar este tipo de procedimiento no impide tener hijos, a menos que el paciente tenga alguna condición que le impida eyacular o a menos que este esté vasectomizado.
Preparación y recomendaciones
Al paciente se le realiza una evaluación pre-quirúrgica, como a todo aquel que va a ser sometido a cirugía, donde se observan las funciones endocrinológicas y neumológicas, entre otras, dependiendo de cada caso.
En cuanto a qué hacer después del procedimiento, se recomienda mantener en lo inmediato la herida limpia y el pene semi-inflado; así como tomar los medicamentos indicados y, sobre todo, no intentar penetración.
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