Un doctor de Nueva York, llamado Jack Berdy, ofrece a los jugadores de póker inyecciones de botox para que sus contrincantes no puedan leer las expresiones de su cara.
"Muy pocas personas pueden mantener realmente una cara de póker cuando juegan. Muchos, con su expresión, delatan si tienen una mano buena o no", dijo el médico al New York Post.
Berdy se dedica a la medicina estética y llamó a su nueva idea Pokertox.
La American Society of Aesthetic Plastic Surgery confirma que las toxinas neuromusculares como el botox paralizan los músculos faciales (por eso salen menos arrugas), pero que la idea de aplicar sus "ventajas" en el póquer es un error, porque las emociones seguirán saliendo a la luz, aunque sea a través de una mueca. Algunos arrugan su frente o levantan las cejas.
El tratamiento, según publica el Daily Mail, cuesta unos 800 dólares y dura entre tres o cuatro meses.
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