PUERTO PRïNCIPE. AFP.Sobre un lugar abierto al viento y devorado por el sol, cerca de Puerto Príncipe, las construcciones se alínean en lo que debería ser la "aldea del renacimiento" para los sin techo del terremoto del 12 de enero de 2010, que mató a 250,000 haitianos y desplazó a 1,5 millones.
Cerca de 4,000 viviendas deben construirse sobre la vasta planicie de Morne en Cabris, situada a unos veinte kilómetros al noreste de la capital Puerto Príncipe. El lugar está cubierto de polvo y totalmente deforestado, como las colinas que lo rodean, donde pastan las cabras.
Tres años después de la catástrofe, más de 360,000 haitianos viven todavía de manera muy precaria en Haití. Otros han regresado a ocupar los ranchos ya superpoblados de los barrios pobres de la capital.
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