a familia de Brendaliz Morales Rodríguez llora la partida de esta jovencita de quince años, que murió el pasado martes en su casa en el estado de Wisconsin tras recibir un balazo en un confuso accidente en el que estuvo involucrado su hermano mayor.
En el barrio Jaguas de Ciales, en donde la niña, que tenía tres meses de embarazo, vivía hace apenas ocho meses antes de que decidiera irse con su madre en busca de una “mejor vida” en el exterior, su padre y hermanos se mostraban consternados ante la difícil situación que les ha tocado vivir.
Sandra Morales Rodríguez, una de las hermanas de la víctima, dijo que su madre, Isabel Rodríguez, le contó que la noche antes del lamentable incidente, la menor le había dicho que sentía que algo malo iba a suceder.
“Tengo un mal presentimiento, siento que algo malo me va a pasar… Ven, vámonos al baño a sacarnos una foto juntas”, fue la petición que le hizo la menor a su madre, según reveló su hermana, mientras mostraba lo que fue la última imágen de la niña con vida.
Entre tanto, en la sala de la casa -que hablaba de la unión de esta familia a través de fotos pegadas en la pared- Ángel Morales Rolón, padre de la menor, no encontraba consuelo cada vez que trataba de hablar de la niña.
“Ella era mi santa hija”, alcanzó a decir Morales Rolón, quien no pudo contener su llanto al recordar las cualidades que hacían especial a su pequeña.
El hombre, que vive en una humilde casa junto a gran parte de sus 11 hijos e hijas, dijo que hablaba a diario con la menor y que en esas conversaciones planeaban una posible reunión el próximo mes de febrero.
“Ella se fue para allá a estudiar, para mejorar y echar pa’lante. Hablábamos todos los días por teléfono. Yo tenía planes de irme con ella ahora en febrero pero tuvo que pasar esto”, dijo entre sollozos.
Un incidente confuso
Las autoridades de la ciudad de Milwaukee en el estado de Wisconsin, aún no han podido esclarecer este caso, cuyos hechos ocurrieron en la residencia donde vivía la joven víctima, junto a su madre y hermano.
Según la versión brindada por la madre, el hermano se encontraba jugando con la menor, mientras éste sostenía una pistola -de la que se desconoce su procedencia- cuando el arma se le cayó al suelo, lo que provocó que se disparara el proyectil, alcanzando la cabeza de la jovencita.
En entrevista con varios medios estadounidenses, la madre afirmó que salió de su cuarto y se encontró con la escena del joven abrazando el cuerpo sin vida de su hermana, llorando y diciendo que “fue un accidente”.
“Cuando salí de mi cuarto, él le decía a Brendaliz que lo perdonara. Decía que la pistola se le cayó y que fue un accidente”, reveló la madre al noticiero CBS 58.
El hermano -cuyo nombre no fue revelado y de quien se dice padece retraso mental- estuvo bajo custodia durante el día de ayer, miércoles, y fue él mismo quien se entregó a las autoridades y confesó los hechos.
La quieren con ellos
Mientras, la familia lucha contra vientos y mareas en un intento de reunir el dinero suficiente para poder costear los gastos del traslado del cuerpo de la menor para que las exequias se lleven a cabo en su natal Ciales.
“Hemos estado pidiendo dinero en las luces pero la gente nos ignora. Nosotros lo hacemos por necesidad porque queremos traer a nuestra hermana porque aquí está su familia y podemos apoyarnos unos a los otros”, dijo Carmen Morales Rodríguez, otra de las hermanas, mientras mostraba un envase que prepararon con la foto de la quinceañera.
Para este propósito se crearon dos cuentas de banco en las que las personas que quieran ayudar a esta familia, puedan hacer su aportación. Los residentes en Estados Unidos pueden cooperar haciendo un déposito al número de cuenta 255800922494, del U.S. Bank. Asimismo, las ayudas en Puerto Rico pueden ser dirigidas a la cuenta 063-269430, del Banco Popular.
De lograr recolectar la cantidad necesaria, se espera que puedan completar el traslado del cadáver entre el lunes o martes de la próxima semana, para ser expuesto en una funeraria que aún no ha sido seleccionada.
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