"Su contrato va a ser recordado como el peor en la historia de los deportes", dijo un oficial de béisbol.
Rodríguez le ha dado 275 millones de dolores y sufrimientos a los Yankees de Nueva York, y cuidado si más. Su oportunidad de pasar a la historia como el mejor de todos los tiempos el mejor tramposo y mentiroso que jamás haya visto el deporte mejoró dramáticamente con las nuevas acusaciones de uso de sustancias para mejorar el rendimiento publicadas en el diario Miami New Times.
Rodríguez negó el reporte en un comunicado de prensa a través de una firma de relaciones públicas en el que dice que nunca ha sido paciente del hombre (Anthony Bosch) que corría la clínica anti envejecimiento nombrada por el New Times, y que "los supuestos documentos mencionados en la historia, al menos los que tienen que ver con Alex Rodríguez, son ilegítimos."
Es mejor que A-Rod sea una víctima en todo esto, porque si las alegaciones son ciertas, él debe hacer lo que hizo Lance Armstrong: tomar su bicicleta e irse a su casa.
Eso es lo que quieren los Yankees de la peor manera, sin duda alguna. Ellos quieren que Rodríguez y sus alegados socios químicos del pasado y del presente desaparezcan más rápido de lo que se haya ido cualquier cuadrangular que él haya conectado por encima de la cerca.
Gran parte de lo que esperan los Yankees es que A-Rod se acerque a ellos con una oferta de compra del resto del contrato que él tiene con ellos, cinco años y $114 millones, pero es poco probable que Rodríguez haga esto. ¿Por qué habría de hacerlo? Los Yankees fueron lo suficientemente tontos como para darle el contrato de $275 millones (además de $30 millones en potenciales bonos adicionales en lo que se suponía que fuera una persecución del record de cuadrangulares y finalmente se convirtió en una farsa), y A-Rod va a hacer que se los paguen.
Brian Cashman votó en contra de ese acuerdo hace cinco años, votó por castigar a A-Rod por salirse de su contrato en contra de las advertencias del equipo. Pero los jefes de Cashman dentro de la Casa de Steinbrenner votaron de forma contraria a él. Ellos pensaban que Rodríguez era necesario para llenar el nuevo estadio que estaba por inaugurarse, y para atraer los mejores ratings de TV y anuncios para la telecadena de los Yankees YES Network que dependía de la estrella más fulgurante en el universo de los programas de tele realidad.
Cashman estuvo solo en la primavera del 2009, luego de la confesión.
El despedazado Alex Rodríguez
Si la historia del New Times es cierta, y si los records reportados de la clínica anti envejecimiento en Miami son correctos, y si Rodríguez en efecto compró HGH y otras sustancias para mejorar el rendimiento en dicha clínica entre 2009 y 2012, ningún gerente o cirujano podrá volver a unir las piezas del despedazado antesalista. "Esto sería el punto final en la carrera de Alex", según dijo una persona cercana al caso.
De todas maneras, Rodríguez se mantendría jugando, y forzando a los Yankees a pagarle una suma risible de dinero luego que se recupere de su más reciente cirugía y luego de que cumpla una potencial suspensión. Sus patronos podrían tratar de invalidar el contrato legalmente con el argumento de que lo firmó bajo falsas pretensions, de que cometió un fraude farmacológico en contra de ellos, pero probablemente eso sería caso perdido.
Quizás los Yankees tengan que quedar con él por cinco años más, que parecerán 50. Rodríguez se ha convertido rápidamente en un ente poco productivo y viejo que no puede mantenerse lo suficientemente saludable ni ser lo suficientemente productivo en el plato para que su manager Joe Girardi lo mantenga en la alineación.
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