Kanye West y su pareja, Kim Kardashian, están muy emocionados con la llegada de su primer hijo, pero el rapero acumula también tantos nervios ante el esperado acontecimiento, que no está seguro de poder estar presente en el momento del parto. Aunque desearía estar completamente preparado para ver con sus propios ojos el nacimiento de su bebé, teme “desmayarse” por su aversión a los
hospitales y, por tanto, preocupar a su novia en la ocasión menos apropiada.
“Emocionalmente, Kanye quiere estar al lado de Kim durante el parto pero no está seguro de poder con tanta presión. Le da vergüenza reconocerlo, pero él siempre se desmaya en cuanto ve una gota de sangre. Sabe que se trata de un momento muy delicado y la verdad es que tiene miedo de poner nerviosa a Kim”, reveló una fuente a la revista Closer.
Aunque West ya ha trasladado a Kim sus inseguridades y la posibilidad de que se quede fuera de la sala de parto, la mediana de las hermanas Kardashian se lo habría tomado con buen humor y se habría limitado a calificar a su pareja de “debilucho”.
En el caso de que el músico decidiera finalmente no entrar al parto, Kim Kardashian desearía que fueran su madre, Kris Jenner, y sus hermanas Kourtney y Khloe las que le acompañen en el nacimiento de su primer hijo. Constituye ya una tradición en el clan de las Kardashian que las hermanas se apoyen mutuamente las unas a las otras a la hora de dar a luz, y Kim recibirá así el respaldo que ella misma ofreció a Kourtney cuando esta tuvo a sus dos hijos.
“Kim empieza a pensar que preferiría tener a sus hermanas y su madre mientras da a luz, como suelen hacer siempre que una de ellas va a tener un hijo”, concluyó la misma fuente.
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