Jorge Cantú disparó un doble en la décima entrada para romper un empate y darle a los Leones del Escogido su primera victoria de la Serie Final al disponer de las Águilas Cibaeñas 10-7, partido celebrado en el estadio Cibao de Santiago.Con Jordany Valdespín en la intermedia, Cantú conectó el batazo ante los envíos del relevista TJ Peña (0-1), por el prado central para que los escarlatas tomaran el control del partido al fabricar en ese episodio tres carreras ante un pitcheo de las Águilas que estuvo por debajo durante todo el desarrollo del partido.
Peña abrió la entrada, seguido de Edward Paredes, Luis Perdomo y Wilkin Arias, quienes entre los cuatro permitieron tres imparables y tres carreras. En total, el dirigente Fermín utilizó nueve lanzadores ante los Leones, novena que tuvo en el box a ocho, incluido a José Cobos, quien se alzó con la victoria.
Los rojos tuvieron el aporte de sus refuerzos que ayer debutaron, entre los que se encontraba el puertorriqueño Jesús Feliciano y el cubado Leslie Anderson, quienes batearon de 10-4, dos carreras remolcadas y tres anotadas.
Festival de palos de ambos equipos
Las primeras cinco entradas, los Leones y las Águilas fue un duelo de batazos que los parciales de ambos equipos disfrutaron en el parque de béisbol.
Desde el mismo inicio del encuentro, los dueños de la casa tomaron el control de las primeras dos entradas, gracias a una ofensiva que estuvo encabezada por Héctor Luna, quien remolcó la primera carrera, mientras que en la segunda fue producto de una línea a las manos del jardinero Starling Marte, lo que aprovechó Juan Carlos Pérez para colocarle la segunda vuelta a su equipo.
Pero la felicidad para los seguidores de las Águilas fue opacada por el feroz ataque de los Leones en la tercera entrada. Después de haber dominado la ofensiva de los Leones en las tres primeras entradas, Ángel Castro permitió tres carreras. Jesús Feliciano abrió el episodio con un imparable por el jardín izquierdo, seguido de otro de Ramón Santiago por el prado central. Luego Starling Marte prosiguió el ataque con un doble por el bosque izquierdo, remolcador de la primera carrera. Mauro Gómez bateó rodado por segunda, entrando Santiago con la segunda de los escarlatas. A seguidas, Jordany Valdespín le dio ventaja a su equipo con otro imparable, pero fue puesto fuera más tarde en intento de robo.
La euforia por parte de los anfitriones se dejó sentir por tercera ocasión en el juego, luego de tomar la ventaja del encuentro al fabricar tres vueltas. A pesar de haber retirado a los siguientes tres hombres en la tercera entrada, Valdez volvió a presentar problemas en el cuarto inning al permitir doble de Pérez, hit de Erick Almonte, y transferencia a Francisco Peña. Esto provocó que el dirigente Audo Vicente lo sustituyera por Carlos Pimentel, quien dominó por la vía 6-4 a Elián Herrera, entrando Pérez en carrera.
Luego Leury García y Joaquín Arias fueron los responsables de producir las próximas dos vueltas. En la octava y novena entrada, las Águilas fabricaron dos carreras ante el relevo de Fernando Rodney y Johnny Núñez.
Estampa cibaeña en Santiago
En el estadio Cibao siempre se disfruta. El cibaeño quiere a sus Aguilas con apego y lo manifiesta naturalmente. Milton Ray Guevara y Víctor Gómez Casanova se sentaron juntos antes de las 7:00 de la noche con sus vestimentas delante sus simpatías. La política los divide, la pelota los junta. El pasatiempo nacional es capaz de todo.
Los pasillos comenzaron a llenarse y el grito a la hora de ocupar el asiento se repitió muchas veces. “Vamos a ganar este”. El escogidista estuvo escaso y buscó su asiento sin algarabía. La ceremonia comenzó a la hora que estaba programada el juego. La rápida presentación del visitante dio paso a un escenario festivo.
El dirigente Félix Fermín salió primero y abrazó a su homólogo Audo Vicente. Fue un saludo caluroso, pero no faltó el comentario “Ei lo quiere pero ahorita le da un bolazo al cuaito bate”, el chiste solo pedía risa.
Los mayores aplausos fueron para Leury García. Entonces pensé en Anderson Hernández y los secretos intrínsecos de la pelota. En las gradas un hombre levantó un letrero con una oferta irresistible. “Vamos a Santo Domingo”, que mejor manera de anunciar un tour para el segundo juego de la serie final. “Llame a Puro al 809-…-10..”.
Anunciaron el lanzamiento de honor y el estadio se rindió ante un héroe de grandes faenas. Un aguilucho histórico y referente del pelotero dominicano caballeroso. Stanley Javier tiró una bola alta, pero le luce, al fin de cuentas fue jardinero y no lanzador.
El primer pitcheo de Angel Castro llegó a las 8:02, media hora tarde. Tras el primer cero, las aguichicas saltaron al terreno con un enterizo que terminaba en un pantalón corto y batiendo pompas amarillas, al mejor estilo Lakers Girls.
“Esas sí son son aguiluchas”, dijo alguien. No entendí el comentario. Para entonces, el lleno era inminente. En los bleachers se leía “Manny Jonrón” en cartelones sostenidos por cinco fanáticos.
Los víctores eran ensordecedores y el ambiente fue perfecto. Béisbol dominicano, al estilo cibaeño.
Pero siempre alguien cambia el tema. ¿Cuál es más de resolver: el lío del Licey o el del PRD?
La pelota se liga con la pelótica.
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