No se sabe en qué punto de su historia, la “Mamajuana”, bebida espirituosa popular en campos y ciudades de la República Dominicana, añadió a sus originarias cualidades medicinales un “plus” mucho más atractivo y sugerente: el de afrodisíaco.
Su elaboración artesanal consiste en el embotellamiento de raíces, hojas y cortezas de árboles endémicos y también de mariscos, a los que se añade vino tinto, ron y miel, que se retiran luego de un proceso de “maceración” de unos siete a diez días, para dar paso al ron de su preferencia. El licor resultante adquiere así un sabor dulzón aromatizado, irresistible para tomarse una y otra vez.
La miel y el vino suavizan y endulzan las raíces o los mariscos, antes de que el ron entre en acción ofreciendo un trago de color ámbar “poderosamente” masculino salido de una botella que puede utilizarse hasta por 20 años.
“Mientras más fuerte es el ron, mejor será el sabor del trago que sale de la ‘Mamajuana’”, asegura a Efe Mario, mientras sostiene una botella del producto que, desde hace 30 años, oferta en el mercado “Modelo” de la zona antigua de Santo Domingo.
Este dominicano vende las botellas en sus diferentes presentaciones y no pierde el tiempo en afirmar, con una sonrisa socarrona, que luego de ingerido su licor “el hombre cobra la fuerza sexual de un toro”.
Más conocido como “El Tiburón”, Mario ha procreado ocho hijos y, aunque ahora dice que ya “casi” no bebe “Mamajuana”, puntualiza que antes, cuando lo hacía frecuentemente, los resultados eran “extraordinarios”.
“Aquí vienen turistas americanos, chinos, japoneses, dominicanos, españoles, de todas partes (…) a los italianos les encanta”, se despacha Mario para, enseguida, recitar una retahíla de raíces y mariscos que, asegura, contienen las botellas que ofrece.
La botella más popular es la de raíces y cortezas de guayacán, clavo dulce, pega palo, maguei, timacle, marabelí, jengibre, juana la blanca, palo de brasil, anamú, albahaca, anís, pasas, entre otros ‘palos’, como se le llama en el país caribeño a esos ingredientes.
Pero la que Mario recomienda para lograr un mejor “efecto” a la hora de complacer a una mujer es la que incluye mariscos como la almeja, lambí (caracol), pulpo, cartílago de tiburón, ostiones y un miembro de lujo: pene de carey, una especie de tortuga marina en peligro de extinción.
Desde hace poco años, la “Mamajuana” también se oferta como licor listo para tomar en presentaciones similares a las del ron dominicano, pero la mayoría mantiene la costumbre de adquirir la botella y “fabricar” su propio trago “milagroso”.
CIENCIA
Los efectos “vigorosos” de este licor provienen mas bien del imaginario popular que de análisis científicos, según explica a Efe el doctor Wilfredo Mañón, un reconocido médico naturista local, acostumbrado a emitir sus conocimientos por la televisión.
“La sabiduría popular ha favorecido un sin número de plantas medicinales asignándoles propiedades afrodisíacas”, dice, antes de sentenciar: “no tenemos evidencia de que esta botella – de “Mamajuana”- lo sea”.
El facultativo apunta que entre los dominicanos existe la creencia de que el propio dictador Rafael L. Trujillo (1930-1961) tomaba esta bebida y que la brindaba a sus amigos, diplomáticos y turistas.
Mañón, sin embargo, señala los riesgos de su preparación y consumo, y advierte de consecuencias dañinas para la salud. “Nos preocupa el manejo poco cuidadoso en cuanto a higiene de palos y hierbas en estas botellas. No es aconsejable tomar nada que haya estado preparado por muchos meses o años; sería el caldo de cultivo de muchos hongos, bacterias y parásitos”.
HISTORIA
Algunos historiadores e investigadores locales consideran que la “mamajuana” era en principio un té elaborado por los indios taínos para curar la gripe y los dolores de cabeza y muelas.
Otros, afirman que su historia comenzó a principios del siglo XVI con la llegada de los esclavos africanos y sus prácticas de curandería.
Estas fuentes afirman que los esclavos utilizaban miel o melaza para endulzar las raíces y hojas, aunque no precisan cuándo los mariscos entraron a formar parte de su elaboración.
En cuanto al nombre, la versión más socorrida refiere que es una derivación de la botella francesa “dame-jeanne”, donde presumiblemente se elaboró por primera vez.
La historia hace referencia a la anécdota que cuenta cómo la reina Juana I de Nápoles, luego de refugiarse de una tormenta en un taller de un maestro vidriero, se interesó en la fabricación de botellas.
Allí, la reina habría intentado hacer su propia botella y, soplando con gran fuerza, consiguió una de diez litros de capacidad. A esta botella se le dio el nombre de “dame-jeanne” o “damajuana”.
Con el tiempo, la pronunciación cambió la “d” por la “m” y quedó como “mamajuana”.
MERCADO
Las botellas para la elaboración de este licor se venden en mercados y puntos de ventas de artículos folclóricos locales, así como en Nueva York, Puerto Rico y otros lugares donde es notoria la presencia de dominicanos.
“Aquí vienen a comprar muchos dominicanos que también las envían a sus familiares fuera del país y las llevan consigo cuando viajan (al exterior)”, dice a Efe Rosanna, con 15 años al frente de una tienda en el mercado de “souvenirs” del mercado “Modelo”.
Esta simpática mujer dice que personalmente le gusta de vez en cuando “darse su traguito” y refuta la socorrida historia de que su ingesta es solo para hombres.
“Eso no es así; a muchas mujeres también les gusta beber ‘Mamajuana’. Eso que dicen los hombres de que les da fuerza, bueno, allá ellos con eso, pero a las mujeres, no a todas, les gusta beberla”, afirma.
Dice que las mujeres tradicionalmente ingieren bebidas más suaves que el ron o la “Mamajuana”. “En este país las mujeres beben más cervezas que otra cosa (…) a mi me gustan los dos tragos”, dice mientras vuelve a sonreír.
Lo cierto es que, afrodisíaco o no, la “Mamajuana” gusta a propios y extraños y simboliza el calor que se respira en República Dominicana, país que todos asocian con el nombre de la bebida.
Aunque Mario, “el tiburón”, tiene su propia versión sobre el significado para el país de este rico licor: “La ‘Mamajuana’ es la ‘Viagra’ dominicana”.
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