El hospital Olean General envió cartas con la notificación a 1,915 pacientes que han recibido insulina allí desde noviembre de 2009 hasta la semana pasada. Todos han sido citados a pasar por el hospital y someterse a un examen de sangre.
El riesgo de que alguien esté infectado es muy bajo, se informó, pero de todas formas las autoridades quieren que los pacientes estén enterados y que conozcan que existe esa mínima posibilidad.
Oficiales del centro de salud dijeron que tomaron la acción luego de que el hospital del Veterano en Buffalo descubriera que más de 700 pacientes pudieron haber estado expuestos a patógenos sanguíneos (elementos capaces de provocar una enfermedad) durante los dos años en que se utilizaron en más de una persona las plumas para suministrar insulina.
Aunque se cambiaba la aguja con cada paciente, se quiere descartar la posibilidad de que el resto de la insulina guardada en la pluma se hubiese podido contaminar al usarse en pacientes con virus extremadamente contagiosos.
"Entrevistas con el personal de enfermería reflejaron que con uno u otro paciente pudieron haber utilizado la misma herramienta de suministro de insulina", dijo Timothy Finan, presidente y principal ejecutivo del sistema de salud Upper Allegheny, dueño del hospital Olean.
Hasta el momento, ningún paciente ha reportado o reclamado al hospital porque se hubiese infectado o sufriera alguna otra condición de salud tras recibir la insulina, sostuvo.
Cabe señalar que la aguja de cada pluma era nueva, por lo que ningún paciente fue pinchado con agujas que tuvieran sangre de otros.
Las agencias federales llevan años advirtiendo sobre el uso de las plumas de insulina. Incluso, en 2009, la Administración de Drogas y Alimentos emitió una alerta tras informarse que más de 2,000 pacientes habían estado en riesgo de adquirir otras enfermedades en Texas, donde las plumas eran utilizadas en todos y lo único que se cambiaba era la aguja.
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