Un joven de 29 años que estaba grave a raíz de lesiones sufridas durante el trágico incendio ocurrido hace tres semanas en una discoteca del sur de Brasil, se convirtió hoy en la víctima mortal número 239 al fallecer en un hospital de Porto Alegre, capital provincial de Rio Grande do Sul.
Según informó hoy el portal del diario “O Estado de Sao Paulo”, 41 personas, en su mayoría estudiantes que bailaban en la discoteca Kiss de la ciudad de Santa Maria cuando el local fue tomado por las llamas, permanecen hospitalizadas.
La tragedia, que consternó a la ciudad universitaria y a todo el país, se produjo después de que un integrante de un grupo musical que se presentaba en la fiesta encendió una bengala cuyas chispas alcanzaron la cobertura del techo, hecha de material inflamable y tóxico.
La existencia de una única puerta de salida, el exceso de público, el no funcionamiento de un extintor, entre otros factores, contribuyeron para que las llamas y el humo altamente tóxico se propagaran rápidamente y mataran a las víctimas, que en su inmensa mayoría fallecieron intoxicadas.
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