(EFE).- La inauguración oficial del rascacielos Shard de Londres, el edificio más alto de la Unión Europea, se vio interrumpida hoy por un joven que se arrodilló para pedir la mano de su pareja entre una marea de fotógrafos. El británico James Episcopou, de 22 años, no era consciente de que la pedida que tenía planeada hace meses coincidiría con la llegada del alcalde de Londres, Boris Johnson, para inaugurar oficialmente el mirador del edificio, de 310 metros de altura, a las orillas del Támesis.
"Lo tenía pensado desde julio del año pasado; cuando salieron las entradas, pensé que tenía que comprarlas, porque el mirador era el mejor lugar para declararse", relató el joven a los medios de comunicación.
Pese a saberse observado por decenas de cámaras y periodistas, Episcopou no cambió sus planes y siguió adelante con la proposición: "No tenía la más mínima duda de que lo iba a hacer".
Su pareja y ya prometida, Laura Taylor, también de 22 años, aseguró que "no tenía ni idea" de lo que planeaba su novio, y creía que, simplemente, iban a contemplar las vistas de todo Londres desde uno de los miradores del rascacielos, localizado en la planta 72, a 244 metros de altura.
La apertura del mirador es el último paso para la inauguración completa del edificio, obra del arquitecto italiano Renzo Piano, que comenzó a construirse en 2009 y ya fue inaugurado oficialmente el 5 de julio del pasado año en un espectáculo de luces láser que iluminaron el cielo de la capital británica.
Para la jornada de hoy, se reservaron un total de 4.000 entradas que costaron unas 25 libras (29 euros, 39 dólares ) en el caso de adultos y 19 si se trataba de niños (22 euros, 29,7 dólares).
Su afilada figura en forma de pirámide, cubierta por un total de 11.000 paneles de cristal, alberga 87 pisos con oficinas, viviendas de lujo, un hotel de cinco estrellas, restaurantes y, desde hoy, la atracción turística que suponen sus vistas.
El alcalde de la ciudad, Boris Johnson, afirmó a los medios tras su visita que "no existe nada como esto" en Londres: "Es lo más cercano a estar en un avión y mirar hacia abajo. Puedes ver todo lo que hay a 40 millas (64 kilómetros) a la redonda", añadió. EFE
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