SANTO DOMINGO. A pocos días de que el Presidente autorizó que miembros de las Fuerzas Armadas refuercen a la Policía Nacional en el patrullaje, la delincuencia se ha ensañado en contra de los uniformados, y en los últimos días han asesinado a tres, incluyendo una miembro de la seguridad presidencial, y herido a otros cinco en intentos de atracos.
El miércoles, Arturo Santiago Alcántara, actualmente preso y fichado por droga, y William Santana, prófugo, mataron a balazos a la segundo teniente Suleyka Ponciano Solano, del Ejército Nacional, miembro del Departamento Nacional de Investigaciones y asignada a la seguridad de la familia presidencial.
La delincuencia volvió a atacar ayer a otro oficial de la cercanía del Presidente. La víctima fue Jhonny Vásquez Tellerías, quien es miembro del Cuerpo de Ayudantes Militares, órgano encargado de la seguridad del mandatario y su familia. El segundo teniente de la Policía está ingresado en un centro asistencial de San Pedro de Macorís, tras ser herido en distintas partes del cuerpo por dos hombres que intentaron despojarlo de sus pertenencias en momentos en que regresaba a su casa en el barrio Buenos Aires de la referida ciudad.
Asimismo, el pasado 30 de junio, dos hombres, Brando Cabral de Jesús, de 22 años, y Eduardo Arias, de 24, ambos presos, mataron al primer teniente de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD), Manuel de Jesús Sosa Jiménez, catalogado como uno de los mejores entrenadores de boxeo del país.
Mientras que el 15 del mismo mes, varios hombres mataron al oficial Rafael González, cuando se resistió a ser atracado en Tamayo.
En tanto, se reportó que el segundo teniente de la Policía, Rigoberto Benito Santos Lorenzo, mató a Alexis Rincón, de 26 años, en medio de un atraco. En el mismo incidente, hirió al presunto delincuente Miguel Ángel Poster, de 23, quien recibe atenciones médicas en el Hospital Ney Arias Lora.
De igual manera, delincuentes hirieron de bala al sargento de la Policía, Fausto Almonte, el pasado dos de junio y el 28 de mayo hirieron al raso Ramón Ramírez.
Mano dura
Mientras se solidarizaba con los familiares de la oficial Ponciano Solano, el presidente Medina, consideró que la Justicia debía ser más enérgica contra los delincuentes, porque uno de los asesinos de la joven tenía 15 días que había salido de la cárcel.
Ayer, el presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, coincidió con el mandatario, al señalar que la justicia dominicana debe actuar con más dureza al momento de dejar en libertad a personas que deberían permanecer en la cárcel. "Yo soy partidario de mano dura aplicando la ley, porque la delincuencia no puede ganarle la batalla a la sociedad dominicana", indicó Pared Pérez, al lamentar el asesinato de la segundo teniente Suleika Ponciano Solano.
Al referir que no es el único caso que un recién salido de una cárcel del país comete un delito o un crimen, lo atribuye a que algunos jueces no se comportan a la altura, y en muchos casos ceden a presiones, y dejan en libertad a personas que no merecen la libertad.
Reclaman justicia en sepelio de Suleyka
HATO MAYOR. En medio de las ráfagas de los honores militares, los reclamos de justicia se unieron a los gritos y otras expresiones de dolor de familiares y amigos que estuvieron presentes en el sepelio de la segundo teniente Suleyka Ponciano Solano en la tarde de este jueves en esta ciudad.
El cortejo fúnebre partió desde su natal comunidad de Vicentillo hasta la parroquia Las Mercedes de Hato Mayor, donde el sacerdote José Eusebio, al pedir por el alma de la fallecida, en la misa de cuerpo presente, reflexionó sobre el hecho de que "muchos militares dan todo por la patria" y luego se preguntó ¿qué se da por ellos?".
Hace tiempo, los hatomayorenses no se volcaban en un entierro, esta vez, desde el senador Rubén Darío Cruz (Rubén Toyota), el jefe del Ejército, Rubén Paulino, representantes de comunidades rurales y barrios de la ciudad, quisieron darle el último adiós a la consagrada oficial, que protegía a Ana Paula, hija del Presidente.
Suleyka Ponciano Solano fue herida de muerte en el barrio El Tamarindo, municipio Santo Domingo Este, cuando se dirigía a la casa del primer mandatario, desde donde todas las mañanas acompañaba a Ana Paula Medina a la Universidad Iberoamericana (Unibe), donde estudia medicina.
"Ella se llevaba bien con todo el mundo" gritaba una desconsolada hermana, en medio de la congoja y llantos que se escuchaban.
El padre de la oficial, Rómulo Ponciano, su madre, Altagracia Solano, al igual que su esposo, el segundo teniente Vladimir Carmona Sánchez, agradecieron la solidaridad demostrada y la rapidez en aclarar el caso.
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