AP.- Decenas de vecinos seguían el lunes en refugios, mientras las réplicas sacudían una región del centro de Japón golpeada por un terremoto durante el fin de semana que hirió al menos a 41 personas y destruyó más de 50 hogares.
Los daños en la zona montañosa que acogió las Olimpiadas de Invierno de 1998 eran peores de lo pensado en un principio, aunque muchos se regocijaban por la falta de víctimas mortales.
Al menos 20 personas, incluyendo una de 2 años, fueron rescatadas de casas derrumbadas en el temblor de magnitud 6.7 del sábado por la noche.
Siete de los heridos presentaban huesos rotos, muchos tras verse aplastados por muebles pesados cuando dormían en sus suelos de tatami.
Los expertos locales señalaron que la estructura de las viviendas, en su mayoría de madera y construidas para sostener el peso de varios pies de pesada nieve húmeda en invierno, ayudó a impedir más víctimas.
Algunos dijeron haber utilizado las linternas de sus celulares para llegar a un lugar seguro en la oscuridad.
“Las palabras no pueden expresar mi gratitud”, dijo Kimito Tsutaki, de 73 años, a la cadena nacional NHK tras ser rescatada de su cama. Los vecinos emplearon un gato de coche para levantar los listones derrumbados sobre ella.
El terremoto, que se produjo al oeste de Nagano relativamente cerca de la superficie, 3 millas de profundidad, afectó a una zona propensa a los fuertes sismos debido a una falla activa, señalaron expertos de la Agencia Meteorológica de Japón.
La agencia registró casi 80 réplicas entre el sismo principal y el domingo a mediodía.
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