La gran estrella del baloncesto Magic Johnson, anunció ayer, hace 20 años, que estaba infectado con el VIH y esperaba vivir mucho tiempo, un deseo que se ha cumplido y con el que ha tratado de inspirar a miles de personas en este largo recorrido.
Earvin ‘Magic’ Johnson, uno de los mejores jugadores de la historia del baloncesto, anunció en una rueda de prensa el 7 de noviembre de 1991 que el virus del SIDA era otro desafío en su vida, en la que aclaró que no había desarrollado la enfermedad del sida.
El jugador estrella de los Angeles Lakers, equipo californiano en el que militó 12 temporadas y con el que consiguió cinco títulos de la NBA, manifestó: “La vida sigue y volveré a ser un hombre feliz”.
Veinte años más tarde, las cadenas de televisión estadounidenses y la prensa deportiva, recuerdan sus palabras y le ponen como ejemplo de superación.
Ganador de cinco títulos de la NBA y tres años nombrado como el mejor jugador del campeonato se retiraba del baloncesto en un momento dulce de su carrera (a la que más tarde se reincorporó), quiso salir a la palestra para desmitificar una enfermedad que todavía en 1991 era tabú.
Johnson prometió convertirse en un portavoz de los peligros del sida y su virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) e instó a que la gente tome en serio esta amenaza, tomara medidas en sus relaciones sexuales y se sometiera a pruebas.
El jugador no dio a conocer en un primer momento cómo creía que se había infectado con el virus (poco después confesó que se contagió por su “promiscuidad heterosexual”) pero sí afirmó que su mujer, con la que se había casado dos meses antes, no estaba infectada.
“A veces uno no da importancia a las noticias en este sentido y piensa que nunca le va a ocurrir a él. Crees que solamente le sucede a los homosexuales y jamás a uno mismo”, dijo en aquella rueda de prensa. “Le puede suceder a cualquiera. Que le ha sucedido a Magic Johnson.
Todo el mundo debe estar avisado y tener cuidado”, dijo. Johnson comenzó a hacer apariciones públicas para hablar ante jóvenes de todo el mundo sobre el VIH y el sida y la Organización Mundial de la Salud (OMS) le ha señalado como un ejemplo para que los enfermos sepan que pueden hacer vida normal.
En la actualizada Johnson es un empresario exitoso, posee más de 125 cafés, una decena de cines, una cadena de restaurantes y varios gimnasios construidos a lo largo de todo EE.UU. y una facturación aproximada de mil millones de dólares.
En una reciente entrevista con el diario “L’Équipe”, Johnson dijo que “trabajar es lo único” que ama en la vida y al recordar este aniversario señaló que fue un momento difícil pero también “magnífico” porque le brindó la oportunidad de educar a la gente sobre el virus y el sida, y agregó: “Creo haber ayudado a salvar vidas”.
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