En su tercer intento, Barry Larkin logró ampliamente los votos para ser elevado al Salón de la Fama del béisbol. El torpedero, que hizo toda su carrera en las Grandes Ligas con los Rojos de Cincinnati, fue mencionado por el 86% de los votantes en la consulta de la Asociación de Escritores de Béisbol de Norteamérica anunciada ayer lunes.
Superó con holgura el mínimo necesario de 75%. Este fue el tercer año en el que Larkin figuró en la papeleta de candidatos, después que en el turno anterior se quedó corto por 75 votos.
“Esto es fenomenal”, dijo Larkin en una entrevista con el canal de televisión de las mayores. “Lo empecé a olfatear un poco el año pasado. En el primer año no creí que sería posible, para ser honesto”.
Larkin debutó con los Rojos en 1986 y se retiró tras la campaña de 2004, obligado cuando el equipo no le ofreció contrato a sus 40 años. Pero el haberse retirado en ese momento le permitió unirse a un club muy selecto.
De los 206 peloteros elegidos al templo de los inmortales en Cooperstow, apenas 47 cumplieron sus trayectorias con el mismo club. Ahora son tres los integrantes de los Rojos, sumándose a Johnny Bench y Bid McPhee.
Larkin bateó de por vida para .295 con 198 jonrones, 960 carreras remolcadas, 2.340 hits y 379 bases robadas.
También ganó tres Guantes de Oro a la excelencia defensiva y salió campeón de la Serie Mundial de 1990. Será exaltado en una ceremonia que se realizará el 22 de julio en Cooperstown, una aislada y pequeña localidad situada al norte del estado de Nueva York.
Ingresará junto a Ron Santo, el extinto tercera base de los Cachorros de Chicago, que fue seleccionado el mes pasado por el Comité de Veteranos.
“Hace dos noches empecé a perder sueño”, dijo Larkin al describir la experiencia de recibir la llamada teléfonica con la noticia. “Fue una experiencia totalmente increíble. Sentí que fue una experiencia extra corporal”.
Morris aumentaDespués de Larkin, el más votado fue Jack Morris con 382 votos o un 67%, faltándole 48 adhesiones en su 13er intento, aunque su porcentaje aumentó considerable con respecto al 54% del año pasado.
Jeff Bagwell quedó tercero con 321 votas, seguido por Lee Smith (290), Tim Raines (279), Alan Tramell (211) y Edgar Martínez (209).
Mark McGwire, décimo en la lista histórica de jonrones con 583, sigue en el purgatorio al acumular un 19,5% en su sexto intento. Su apoyo descendió nuevamente, de 19,8% el año pasado y de 23,7% en el previo. El declive se ha acentuado tras haber confesado que usó esteroides y la hormona de crecimiento humano.
De los 13 jugadores que figuraron por primera vez en la papeleta, el puertorriqueño Bernie Williams fue quien más votos sacó con 55.
El cubano Rafael Palmeiro, uno de cuatro jugadores en la historia con 500 jonrones y 3.000 hits junto a los inmortales Hank Aaron, Willie Mays y Eddie Murray, podrá ser considerado nuevamente al conseguir un 12,6%. Palmeiro ha sido repudiado tras haber dado positivo en un control antidopaje en 2005.
Se necesita un mínimo de 5% para mantenerse en la papeleta, cantidad que no fue lograda por el puertorriqueño Juan González al terminar con 4% en su segundo intento.
Dos veces ganador del premio al Jugador Más Valioso en la Liga American, “Igor” González se ha visto afectado por sospechas de dopaje.
También quedaron fuera el mexicano Vinny Castilla y los puertorriqueños Javier López y Rubén Sierra, todos tras el primer año de elegibilidad.
La votación del año próximo promete un volumen muy alto de polémica. Los nombres de Barry Bonds, Roger Clemens, Sammy Sosa, Mike Piazza, Craig Biggio y Curt Schilling aparecerán por primera vez.
Bonds, Clemens y el dominicano Sosa, por el peso de sus estadísticas y proezas en el terreno, deberían ser exaltados sin sobresaltos, pero los tres son rostros visibles de la llamada “Era de los Esteroides” y la expectativa es que no recibirán suficiente apoyo.
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