El proceso de votación para el Salón de la Fama se complicó bastante hace cinco años cuando Mark McGwire apareció por primera vez en la boleta. Se complicó aún más el año pasado cuando Rafael Palmeiro apareció en la boleta. Sus nombres y sus conexiones con el uso de sustancias para mejorar el rendimiento cambiaron la filosofía de las votaciones, quizás para siempre. Y aún así, los problemas de los últimos dos años parecen simples comparados con lo que nos espera en el 2013.
La próxima votación para el Salón de la Fama incluirá aBarry Bonds, Roger Clemens, Sammy Sosa, Mike Piazza, Craig Biggio y Curt Schilling. Todos tienen números para ser incluídos en el Salón de la Fama, algunos más fuertes que otros, pero ciertamente Bonds, Clemens, Sosa y Piazza no van a ser electos en su primera oportunidad -- y en el caso de Bonds, Clemens y Sosa, quizás no lleguen a Cooperstown en muchos, muchos años.El año que viene, el proceso de votación para el Salón de la Fama será más complicado, más difícil y más imposible que nunca. Y es muy probable que siga así por los próximos 25 años, hasta que alguien encuentre una mejor manera de lidiar con esta era y los cientos de jugadores que utilizaron sustancias para mejorar el rendimiento durante la misma.
Por ahora, los votantes han hablado. McGwire ha estado en la boleta por seis años, nunca ha pasado del 30 por ciento de los votos, y su total de votos ha bajado en cada uno de los pasados tres años. Tengan en mente que McGwire tiene la 10ª mayor cantidad de cuadrangulares de todos los tiempos, fue electo a 11 Juegos de Estrellas, su slugging es 98 puntos mayor que el de Reggie Jackson y su porcentaje de embase es seis puntos más alto que el de Tony Gwynn. Palmeiro es uno de cuatro jugadores con 3,000 hits y 500 cuadrangulares, uniéndose a Hank Aaron, Willie Mays y Eddie Murray -- y Palmeiro solo obtuvo el 11 por ciento de los votos en su primera oportunidad, y un poco más en esta su segunda (12.6 por ciento).
Algunos votantes mantienen que McGwire no tiene números para el Salón de la Fama con su promedio de .263, sus 1,626 hits y su defensiva promedio. Algunos votantes afirman que Palmeiro no fue el mejor jugador de su equipo o en su posición, y menos en su liga, en la mayoría de las temporadas en las que jugó. Pero esos argumentos no se pueden esgrimir para algunos de los nuevos jugadores que entrarán a la boleta en el 2013.
Bonds ganó siete premios de JMV, cuatro más que cualquier otro jugador. Recientemente le pregunté a un famoso historiador de béisbol que nombrara sus mejores bateadores de todos los tiempos, y sin duda alguna, me respondió, "Barry Bonds es el primero," seguido por Ted Williams, Babe Ruth y Albert Pujols.
"Yo jugué un año en San Francisco [2002]. Observé a Barry Bonds tomar 500 turnos al bate, y en cada turno, o bateaba un jonrón, o bateaba la pelota más duro que cualquier otro pelotero sobre la faz de la tierra, o recibía un boleto," dijo el receptor de los Medias Blancas A.J. Pierzynski. "Él es el mejor bateador que yo haya visto jamás, y no hay nadie ni cerca de él en segundo lugar, no solo en este planeta, sino en la galaxia. Derechos, zurdos, no importa quien se enfrentará a Barry. He aquí un ejemplo de cuan bueno fue ese año. En el primero juego de la temporada, le conectó un cuadrangular a Roy Oswalt en Houston para ganar el juego. Eso le dio un total de 659. Nos dijo, 'No voy a conectar más jonrones aquí, quiero empatar con Willie [Mays, con 660] en casa.' En el resto de esa seria, logró conectar sencillos y dobles, pero ningún otro cuadrangular. Cuando llegamos a casa, nos dijo, 'OK, voy a empatar con Willie hoy.' Y en su primer turno, boom, a lo profundo. Al otro día, llegó al estadio y nos dijo, 'Hoy le voy a pasar a Willie.' En su primer turno, conectó otro cuadrangular. Nunca he visto nada parecido a eso."
Aún así, Bonds sigue siendo visto, justa o injustamente, como la cara de la era de los esteroides. Es un ex convicto. No tiene oportunidad de ser electo al Salón de la Fama en su primera oportunidad, y es posible que tampoco lo logre por muchos años. Algunos votarán por él utilizando la lógica de que él ya era sólido candidato al Salón de la Fama antes de comenzar a usar sustancias para mejorar el rendimiento. Ya tenía tres premios JMV, 400 jonrones, 400 bases robadas y siete Guantes de Oro. Pero esa lógica es retada por algunos, como el columnist del diario Boston Globe Dan Shaughnessy, quien alega que en el golf si logras una ronda de 31 golpes en los primeros nueve hoyos y entonces haces trampa en los otros nueve, quedas descalificado por completo de la competencia.
Clemens ganó siete premios Cy Young, dos más que cualquier otro lanzador. Él es, por cualquier medida estadística que se utilice, el mejor lanzador de los últimos 50 años, si no el mejor desde Walter Johnson. Le hice la misma pregunta al historiador sobre su lista de los mejores lanzadores, y sin duda me dijo, "Roger Clemens es el primero." Pero Clemens es, luego de Bonds, la siguiente cara de la era de los esteroides. Fue acusado de mentir ante el Congreso sobre su uso de sustancias para mejorar el rendimiento. No tiene oportunidad de ser exaltado a Cooperstown el año que viene, o en muchos, muchos años.
Sosa conectó la séptima mayor cantidad de cuadrangulares (609) de todos los tiempos. Ha habido ocho temporadas de 60 jonrones en la historia del béisbol, y él tiene tres de ellas. Conectó más jonrones (479) que cualquier otro ser humano en un periodo de 10 años. Él es el único jugador en la historia de la Liga Nacional en tener seis años consecutivos de 40 cuadrangulares. En el 2001, tenía 94 remolcadas más que cualquier otro pelotero en su equipo, un record. Pero por su conexión con el dopaje, no tiene oportunidad de llegar a Cooperstown en su primer año de elegibilidad, y quizás en muchos, muchos años por venir.
En cuanto a Jeff Bagwell, uno de los 10 mejores primeras bases de todos los tiempos, y uno de los tres mejores en la historia de la Liga Nacional, él aumentó su total de votos en casi 15 por ciento, al pasar de 41.7 por ciento obtenido el año pasado a 56 por ciento este año.
El caso de Biggio es fuerte. Terminó su carrera con 3,060 hits. Además tiene más dobles que Hank Aaron, y más extrabases que Al Kaline, Willie McCovey, Willie Stargell y Mickey Mantle. Biggio es uno de cinco jugadores con más de 250 jonrones y más de 400 robos de bases, uniéndose a Barry y Bobby Bonds, Rickey Henderson y Joe Morgan. Anotó más carreras que Ted Williams, y jugó en más partidos victoriosos que Frank Robinson. Y aún así uno tiene que ir más profundo para comprender su valor. Recibió más pelotazos que nadie en la historia. En 1997, no bateó para una sola doble matanza. Él es uno de de apenas dos jugadores en la historia en jugar una temporada completo detrás del plato, y una temporada completa en la seguna base, y él es el único jugador en jugar además una temporada completa en el jardín central. Ganó cuatro Guantes de Oro de forma consecutiva en la intermedia. E hizo todo esto mientras jugaba para un solo equipo.
Schilling ganó 216 partidos y tuvo porcentaje de victorias de .597. Además tuvo tres temporadas con 20 victorias, tres temporadas con 300 ponches y ganó Series Mundiales con los Diamondbacks de Arizona y Medias Rojas de Boston. Sus números son considerados en el borde para Cooperstown, pero sus increíbles números en la postemporada -- su WHIP está por debajo de 1.00 -- podrían ser suficientes para ser exaltado, aunque no quizás en su primera oportunidad.
Esos son seis nuevos candidatos en la boleta del 2012. Incluidos en ella estarán el mejor bateador que jamás hayamos visto, el mejor lanzador que jamás hayamos visto, el mejor receptor bateador de todos los tiempos, y un hombre con 600 jonrones -- y quizás ninguno de ellos entre en su primera oportunidad, o quizás en muchos años por venir. Entonces, por primera vez, tendremos que preguntarnos sobre la relevancia del Salón de la Fama.
¿Nos traerá la boleta del 2013 cambios en el proceso de votación, y si es así, cuáles serían esos cambios? No hay respuestas fáciles, solo preguntas difíciles. Y, a medida que miramos al horizonte hacia los próximos 25 años, y nos preguntemos que vamos a hacer con Alex Rodríguez, nos damos cuenta que las preguntas solo se pondrán más difíciles.
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