Existe ya un daño ambiental, muy contenido, en el fondo marino de la isla de Giglio". El ministro de Medioambiente italiano, Corrado Clini, hizo esta afirmación en una comparecencia en la Cámara Baja, este miércoles, para dar cuenta del naufragio del Costa Concordia el viernes en aguas del Tirreno. Clini advirtió luego de la necesidad de comenzar las labores de extracción del fuel lo antes posible para evitar un riesgo mayor. Sobre todo porque el Costa Concordia se desplazó un metro más; una situación que para Clini es "límite" y "una carrera contrarreloj".
El ministro aseguró que "en las próximas 12 horas", se estaría "en disposición de comenzar a trabajar en el depósito", y advirtió de que se necesitarán "al menos dos semanas" para extraer las 2.380 toneladas de gasóleo. Los técnicos de la compañía holandesa Smit Salvage empezaron a trazar la estrategia para recuperar el fuel. La compañía Costa Crociere, dueña del barco, no es tan optimista y cree que hasta el fin de semana no se podrá empezar a retirar el combustible.
Mientras tanto, este miércoles se supo que el capitán del barco, Francesco Schettino, no dijo como se había afirmado el martes haber caído en el mar, sino sobre "un bote salvavidas" al que se precipitó "mientras ayudaba a varios pasajeros". Por eso, según declaró a la jueza Valeria Montesarchio, no pudo proseguir las labores de evacuación del crucero.Las labores de rescate se tuvieron que suspender de nuevo este miércoles a causa del mal tiempo, por lo que las cifras oficiales siguen hablando de 11 personas muertas, mientras que la de desaparecidos disminuyó hasta los 22, después de que las autoridades alemanas localizaran a una mujer que se había dado por perdida.
El desgraciado resbalón se produjo supuestamente antes de las 00.34 horas de la madrugada, momento en el que, tal y como consta en el diario de la Capitanía de Puerto de Livorno, que se divulgó este miércoles, Schettino ya no estaba en el barco. Cuatro horas antes de que los hombres de la Guardia de Finanzas y los bomberos dieran por concluidas las operaciones de socorro, a las cinco menos cuarto de la mañana.
Efectivamente fue la hija de una de las pasajeras la que telefoneó a una comisaría alertando sobre lo que pasaba en elCosta Concordia. A las 22.14 horas, desde el barco se contestó a la Capitanía que sólo tenían un problema eléctrico y 12 minutos más tarde, el capitán confesó que había una vía de agua abierta en la sala de máquinas pero que sólo necesitaban un remolcador.¿Qué hizo Schettino mientras? La jueza lo deja claro en su informe: "El capitán miraba desde los escollos cómo se hundía el barco". Dicho diario y el propio escrito de la jueza, en el que se atribuye a Schettino toda la responsabilidad del accidente, explican las acusaciones que pesan sobre él: naufragio, abandono del barco y homicidio múltiple involuntario.
A las 22.48 horas, Schettino "estaba valorando la posibilidad de evacuar al pasaje", cuando la Guardia de Finanza, que había mandado una patrullera antes, ya había confirmado que el barco estaba encallado. Aun así, hasta diez minutos después no empezó el traslado de pasajeros.
El resultado fue que "el comandante, por negligencia, minusvaloró el alcance de los daños y evitó avisar antes a las autoridades competentes [] retrasando las operaciones de evacuación y rescate", dice la jueza. "No podía no haberse dado cuenta inmediatamente de la gravedad de la situación, ya sea por la inclinación de la nave, o porque la tripulación le había advertido de la entrada ingente de agua", añade.Un extraño resbalón
A las 23.30 horas, el capitán informó a los guardacostas de que a bordo quedaban aún "300 personas entre pasaje y tripulación", y una hora después ya estaba en su bote salvavidas. "Resbalé mientras desalojábamos a un grupo de personas y caí sobre un bote salvavidas que se quedó atascado", le dijo a la jueza.
En el barco quedaba aún mucha gente. En el diario se habla de "70/80 mujeres niños y ancianos" en la cubierta, después de "100 personas por desembarcar todavía", más tarde de "30/40", pero por la urgencia del momento es difícil cuantificarlas. Lo cierto es que los bomberos acabaron su trabajo a las 04.46 horas, y de Schettino, que ya había recibido las llamadas del comandante Gregorio De Falco en las que le pedía que volviera a bordo, lo único que se sabe es que fue recibido por la Policía a su llegada al puerto de la isla y desapareció en un taxi.
Con todo, la jueza denegó la petición de la Fiscalía para que el capitán permaneciera en prisión "porque no subsiste un peligro real de fuga". Esto enervó al fiscal jefe de Grosseto, Francesco Verusio, que confirmó que recurrirá la decisión de poner a Schettino sólo bajo arresto domiciliario.
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