06 enero 2012

Ola de atentados causa la muerte de 78 chiíes

Bagdad
Una ola de atentados contra chiíes dejó 78 muertos ayer jueves en Irak, el segundo ataque en gran escala de extremistas desde la partida de los últimos efectivos estadounidenses en diciembre.
Los ataques, que tuvieron las características de los que suelen efectuar los insurgentes suníes, ocurrieron en vísperas del Arbaín, una festividad chií que marca el fin de los 40 días de luto por el aniversario de la muerte del imán Hussein, una figura venerada.

Ese feriado suele atraer cientos de miles de peregrinos de todas partes de Irak a la ciudad santa de Karbala, por lo que se incrementaron los temores de que se profundice el derramamiento de sangre sectario.
Divisiones sectarias
Las divisiones entre suníes y chiíes pusieron al país al borde de la guerra civil hace sólo unos años.
Los atentados en Bagdad y en las afueras de la ciudad sureña de Nasiriya parecieron ser los más letales en Irak en más de un año.
Las explosiones ocurrieron en un momento especialmente inestable para la naciente democracia de Irak.
Un gobierno de unidad de base amplia, diseñado para incluir a las principales facciones del país, está envuelto en una crisis que enfrenta a políticos de la mayoría chií en el poder contra la minoría suní, que estuvo al frente de la nación durante la dictadura de Saddam Hussein.
Algunos iraquíes dicen que los atentados letales se deben a esa discordia política. “Responsabilizamos al gobierno por estos ataques. Ellos (los políticos) se están peleando por sus puestos y esta pobre gente es asesinada en estas explosiones”, dijo Alí Qassim, un residente de Bagdad, no mucho tiempo después que explotó la primera bomba.
Los ataques comenzaron a la hora pico del tránsito matutino en Bagdad, cuando explosiones azotaron el mayor vecindario chií de la capital, llamado Ciudad Sadr, así como otro distrito que contiene un santuario chií, y mataron a unas 30 personas, según la policía.
Horas después, un ataque suicida sacudió a peregrinos chiíes que se dirigían a Karbala y dejó 48 muertos, dijo la policía.
Las explosiones tuvieron lugar cerca de Nasiriya, unos 320 kilómetros (200 millas) al sureste de Bagdad.
Autoridades de salud confirmaron las cifras.
El general de división Qassim al-Mussawi, portavoz militar en Bagdad, consideró que el objetivo de los ataques es “crear agitación entre el pueblo iraquí”. Dijo que es demasiado pronto como para responsabilizar a alguien.

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