Las aguas cada vez son más turbias en Miami. Ayer, los Heat cayeron derrotados en el tercer partido de las semifinales de la Conferencia Este ante los Pacers el cual domina la serie por dos a uno. La imagen sobre la cancha fue un grotesco esperpento que ninguneó el potencial del equipo de Florida. Además, la fuerte discusión que mantuvieron el estelar Dwayne Wade y el técnico Erik Spoelstra durante un tiempo muerto terminó por devaluar el trabajo de todo un año de trabajo.
Un día después, las cosas no han hecho más que empeorar. El equipo ha informado -sin aducir motivo alguno- que el entrenamiento que estaba previsto para hoy quedaba cancelado. Aunque es usual dejar días libres en Playoffs por la acumulación de partidos que llevan sobre sus espaldas los jugadores (los Pacers tampoco han tenido sesión hoy), la decisión ha sorprendido porque puede interpretarse como una evidencia de que el incidente de ayer no es un hecho aislado.
De hecho, la normativa de la NBA en materia de relación con los medios de comunicación -aun siendo muy estricta- sólo obliga a las franquicias a atender a la prensa en días de entrenamiento. Es decir, que la sesión cancelada de hoy ha liberado a jugadores y cuerpo técnico de tener que declarar en público, lo que podría ser una señal de que los Heat prefieren resolver las tensiones que colean desde ayer en privado.
Y deben hacerlo pronto, ya que el domingo tendrán una nueva ocasión sobre la pista de demostrar que su "Big Three" (sin Bosh, lesionado para toda la serie) es capaz de doblegar a los Pacers.
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