Las remesas de emigrantes a Latinoamérica y el Caribe aumentan por encima de los niveles precrisis, hasta los 69.291 millones de dólares, y suben los envíos intrarregionales, según el informe de remesas de 2011 del centro de estudios Diálogo Interamericano.
Los envíos de remesas con destino a América Latina y el Caribe se vieron incrementados en un 8 % en 2011 respecto a 2010, con Centroamérica, México y Colombia como áreas que lideraron este incremento.
A continuación, figuran El Salvador con 3.650 millones de dólares (una subida del 3 %) y República Dominicana con 3.131 millones de dólares (4 % más).
Por porcentaje, las mayores alzas se registraron en los países centroamericanos: los envíos a Nicaragua aumentaron un 22 % (1.053 millones de dólares) y a Honduras un 12 % (2.862 millones de dólares).
Estos nuevos datos confirman la recuperación tras la caída experimentada en 2008 y 2009, cuando las remesas a Latinoamérica y el Caribe rondaron los 62.000 millones de dólares arrastradas por el impacto de la crisis económica, especialmente en Estados Unidos.
Manuel Orozco, investigador del Diálogo Interamericano y autor del informe, explicó a Efe que comienza a aparecer con un "cambio" en los flujos de estas remesas que "muestra cómo los envíos ya no son sólo norte-sur, sino entre los países de la región latinoamericana y caribeña".
Asimismo, resaltó que otro de los hallazgos del estudio de 2011 es "el uso de nuevos métodos, especialmente el crecimiento de los envíos entre cuentas bancarias en lugar de los de efectivo", lo que facilita y abarata el envío de dinero.
Esta tendencia hacia el aumento de las operaciones a través de entidades financieras, que cifran en alrededor del 10 % del total, supone un importante elemento para los países receptores, ya que quedan incorporadas como activo financiero local.
Respecto a la recuperación económica en EE.UU., el informe reconoce su influencia en el aumento de las remesas, pero matiza que pese a una bajada de 2 puntos en la tasa de desempleo estadounidense los envíos de dinero han registrado mayores incrementos.
Orozco explica esta situación no solo como fruto de la modernización de los sistemas de envío y los nuevos flujos, sino también con el hecho de que "ahora menos gente envía dinero, pero cada uno envía más".
Especialmente, recuerda el investigador, en un contexto de aumento de las deportaciones por parte de Estados Unidos fruto del endurecimiento de las leyes migratorias, que ha producido que en 2011 casi 400.000 latinoamericanos hayan sido enviados de regreso a sus países de origen.
De acuerdo al estudio, la media mensual enviada por los latinoamericanos en EE.UU. a sus países de origen fue de 255 dólares, cifra que no se alcanzaba desde 2007, frente a los 215 por persona de 2009 y 2010.
Otro de los factores observados por el informe es la creciente importancia del tipo de cambio del país destino de los envíos por parte de los remitentes.
Orozco señaló que se ha comprobado "cómo los emigrantes aumentan el envío de dinero cuando ven que la moneda local se ha apreciado, y cómo los reducen en un contexto de depreciación".
Por último, los investigadores del Diálogo Interamericano subrayan otro elemento novedoso a tener en cuenta: el incremento de la emigración de mujeres con mayor formación académica, "un grupo demográfico que tiende a enviar mayor volumen de remesas que otros".
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