PARIS — Rafael Nadal fijó uno de esos récords que
será difícil de igualar al alzarse con su séptimo Abierto de Francia,
frustrando de paso las ilusiones de Novak Djokovic de ganar los cuatro
torneos grandes del tenis en forma consecutiva.
El español (cabeza de serie número dos) se impuso 6-4, 6-3, 2-6, 7-5
al completarse el lunes un duelo suspendido el día previo por lluvia.
Fue su 52dra victoria en 53 partidos en Roland Garros y le permitió dejar atrás al sueco Bjorn Borg en la lista de tenistas que más veces ganaron este torneo. Borg lo ganó en seis ocasiones.
"Este torneo es para mí el torneo más especial del mundo", declaró Nadal, quien tras conseguir el punto decisivo cayó de rodillas al piso y se tomó el rostro, llorando de emoción.
El serbio Djokovic estaba 2-1 arriba en el cuarto set al reanudarse el juego, pero Nadal le rompió el saque y emparejó la pizarra 2-2. Comenzó a llover de nuevo y cuando Nadal ganaba 5-4 en la cuarta manga parecía que el juego sería suspendido otra vez.
Sin embargo, luego de una espera de unos minutos bajo paraguas paró la lluvia y se reiniciaron las acciones. Nadal le rompió nuevamente el saque a su rival, llevándose el partido cuando Djokovic cometió su cuarta falta doble del duelo. El serbio bajó la cabeza en señal de desconsuelo.
Djokovic (1) venía de ganar los abiertos de Estados Unidos y Australia y el torneo de Wimbledon y se quedó con las ganas de ser el primer tenista que conquista los cuatro torneos de grand slam en forma consecutiva en 43 años.
Nadal tiene ahora 11 títulos grandes y está empatado con Borg y Rod Laver en el cuarto lugar de la tabla histórica, aunque lejos de Roger Federer, que encabeza esa lista con 16. Pete Sampras está segundo con 14 y Roy Emerson tiene 12.
"Fue un partido muy difícil contra el mejor jugador del mundo", declaró Nadal. "Venía de perder tres finales de torneos de grand slam: Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos el año pasado y el Abierto de Australia este año. Estoy muy emocionado".
Un partido con tanta historia revoloteando puso a prueba los nervios de los dos tenistas.
Djokovic tiró varias veces la raqueta al piso y Nadal se quejó continuamente al cobrar intensidad la lluvia el domingo, porque las pelotas estaban pesadas y los jueces no suspendían las acciones.
La arcilla se convirtió en barro y Djokovic ganó fácil el tercer set luego de perder los dos primeros. Era claro dominador cuando el juego fue finalmente interrumpido en el cuarto set, en el que el serbio ya le habaía quebrado una vez el saque a Nadal.
Las acciones se reanudaron el lunes con cielo nublado. La cancha y las pelotas estaban secas y Nadal recuperó el control, deslizándose con facilidad por la arcilla y paseando a Djokovic por toda la cancha.
"Es una lástima porque yo estaba jugando mejor, me sentía bien", al suspenderse el juego el domingo, comentó el serbio. "Hoy él empezó fuerte y yo comencé a ceder. Tuve algo de mala suerte en el primer game y todo cambió".
Cuando Nadal le rompió el servicio en el primer game, reaparecieron las expresiones de frustración de Djokovic, quien se golpeó la cabeza con la raqueta luego de regalar el punto que le dio a Nadal la posibilidad de quebrarle el saque.
Djokovic empezó a apresurarse y a tratar de liquidar las acciones rápidamente, sin trabajar los puntos, pero tropezó con un Nadal que devolvía todo lo que le tiraban. El ímpetu del serbio lo hizo cometer errores y terminó de hundirlo.
Fue su 52dra victoria en 53 partidos en Roland Garros y le permitió dejar atrás al sueco Bjorn Borg en la lista de tenistas que más veces ganaron este torneo. Borg lo ganó en seis ocasiones.
"Este torneo es para mí el torneo más especial del mundo", declaró Nadal, quien tras conseguir el punto decisivo cayó de rodillas al piso y se tomó el rostro, llorando de emoción.
El serbio Djokovic estaba 2-1 arriba en el cuarto set al reanudarse el juego, pero Nadal le rompió el saque y emparejó la pizarra 2-2. Comenzó a llover de nuevo y cuando Nadal ganaba 5-4 en la cuarta manga parecía que el juego sería suspendido otra vez.
Sin embargo, luego de una espera de unos minutos bajo paraguas paró la lluvia y se reiniciaron las acciones. Nadal le rompió nuevamente el saque a su rival, llevándose el partido cuando Djokovic cometió su cuarta falta doble del duelo. El serbio bajó la cabeza en señal de desconsuelo.
Djokovic (1) venía de ganar los abiertos de Estados Unidos y Australia y el torneo de Wimbledon y se quedó con las ganas de ser el primer tenista que conquista los cuatro torneos de grand slam en forma consecutiva en 43 años.
Nadal tiene ahora 11 títulos grandes y está empatado con Borg y Rod Laver en el cuarto lugar de la tabla histórica, aunque lejos de Roger Federer, que encabeza esa lista con 16. Pete Sampras está segundo con 14 y Roy Emerson tiene 12.
"Fue un partido muy difícil contra el mejor jugador del mundo", declaró Nadal. "Venía de perder tres finales de torneos de grand slam: Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos el año pasado y el Abierto de Australia este año. Estoy muy emocionado".
Un partido con tanta historia revoloteando puso a prueba los nervios de los dos tenistas.
Djokovic tiró varias veces la raqueta al piso y Nadal se quejó continuamente al cobrar intensidad la lluvia el domingo, porque las pelotas estaban pesadas y los jueces no suspendían las acciones.
La arcilla se convirtió en barro y Djokovic ganó fácil el tercer set luego de perder los dos primeros. Era claro dominador cuando el juego fue finalmente interrumpido en el cuarto set, en el que el serbio ya le habaía quebrado una vez el saque a Nadal.
Las acciones se reanudaron el lunes con cielo nublado. La cancha y las pelotas estaban secas y Nadal recuperó el control, deslizándose con facilidad por la arcilla y paseando a Djokovic por toda la cancha.
"Es una lástima porque yo estaba jugando mejor, me sentía bien", al suspenderse el juego el domingo, comentó el serbio. "Hoy él empezó fuerte y yo comencé a ceder. Tuve algo de mala suerte en el primer game y todo cambió".
Cuando Nadal le rompió el servicio en el primer game, reaparecieron las expresiones de frustración de Djokovic, quien se golpeó la cabeza con la raqueta luego de regalar el punto que le dio a Nadal la posibilidad de quebrarle el saque.
Djokovic empezó a apresurarse y a tratar de liquidar las acciones rápidamente, sin trabajar los puntos, pero tropezó con un Nadal que devolvía todo lo que le tiraban. El ímpetu del serbio lo hizo cometer errores y terminó de hundirlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario