NUEVA YORK._ Tres dominicanos fueron
sentenciados en la Corte Federal de Georgia (Atlanta) a 141 años
colectivamente luego de haber sido declarados culpables por un jurado de
narcotráfico, robos a mano armada y otros delitos violentos. Los
convictos fueron condenados también con opción a cadena perpetua,
dependiendo de sus comportamientos en la cárcel. Los fiscales federales
calificaron al trío integrado por Albert Espinal de 33 años de edad,
José Reyes (39) y Juan Brito (32),
ser líderes de una de las más
violentas bandas del crimen organizada que durante décadas haya operado
en Georgia. La condena les fue impuesta por la magistrada Orinda D.
Evans de la Corte Federal del Distrito Norte en Atlanta, después que un
jurado los hallara responsables de todos los cargos el 1ro. de marzo de
este año. Los tres dominicanos residían en el sector Lawrenceville en
Georgia.
Fueron acusados de conspiración para traficar drogas, robos a mano armada, y posesión criminal de un arma de fuego.
El expediente incluye la acusación de pandillerismo.
La Fiscal del Distrito Norte Sally Quillian Yates,
calificó a los criminales criollos como sujetos extremadamente
peligrosos que mantenían en zozobra y peligro las comunidades en las que
cometían sus fechorías.
Los dominicanos, añadió la fiscal, asesinaron a
dos personas durante algunos de sus robos. Añadió que también
secuestraron víctimas a las que torturaron, participaron en tiroteos
violentos en lugares públicos, asesinaron, perpetraron robos con
violencia y allanaron ilegalmente moradas para cometer sus tropelías
criminales.
“En consecuencia, fueron sentenciados a pasar el
restos de sus vidas en la cárcel. Su actividad criminal, especialmente
el tráfico de drogas se extendió por otros estados como Nueva York y
Carolina del Norte”, sostuvo la fiscal en un comunicado.
Brian D. Lamkinm agente especial del FBI dijo por
su parte que la sentencia contra los tres dominicanos es necesaria y
justa, ya que elimina un equipo de asaltantes muy violento y con
predilección por el narcotráfico y el asesinato.
“Esos hombres estaban claramente dispuestos a
utilizar cualquier medio necesario para promover sus planes criminales”,
señaló Brock D. Nicholson, agente especial a cargo de la policía
migratoria (ICE) y la Agencia de Seguridad Nacional en Atlanta.
“Por las vidas que tuvieron en su búsqueda de
dinero sucio y por los actos de torturas a los que sometieron a sus
víctimas y los malos tratos infligidos a otras, es completamente
apropiado que pasen entre 70 y 31 años detrás de las rejas”, añadió
Nicholson.
Espinal fue sentenciado a 70 años, Brito a 40 y Reyes a 31.
Los dominicanos condenados llegaron a Georgia en
el 2008 y el 2009 desde Nueva York, Carolina del Norte y Rhode Island
con el propósito de cometer robos. “Los acusados Espinal, Reyes y Brito
nacieron en la República Dominicana y una vez en Georgia, cometieron
numerosos asaltos y robos a mano armada”, explica el expediente
acusatorio.
Durante la madrugada del 11 de mayo del 2009,
Espinal, Brito, Reyes y otros miembros de la banda rompieron a patadas
la puerta de una casa usada como
punto para transacciones de drogas
ubicada en la subdivisión de Duluth y una vez adentro, ataron a la
cuidadora de la residencia y amordazaron a tres clientes de los
vendedores de drogas en la casa a los que les dispararon, luego de
obligarlos a entregarles las drogas que poseían.
El hecho, según los documentos de la corte
federal, lo perpetraron luego de enterarse de que en esa residencia, se
hacían transacciones de drogas, especialmente cocaína y volvieron a
repetir los asaltos frecuentemente en la misma vivienda.
Vecinos del lugar testificaron haber escuchado
hasta 20 disparos hechos por los dominicanos. Uno de los adictos que
compraba drogas en el referido punto fue asesinado por el trío de
delincuentes criollos.
También el 7 de abril del 2009, Espinal, Brito y
dos cómplices entraron a otro punto de drogas, donde ataron a varios
compradores y distribuidores, además de torturar a uno a quien le
cortaron la oreja derecha.
A otras víctimas, las torturaban echándoles salsa
picante en los ojos, metían sus cabezas en la bañera simulando ahogarlas
y las golpeaban con las cachas de sus pistolas para sacarles
confesiones de dónde estaba la droga.
Uno de los secuestrados, fue entregado a otra
banda por los dominicanos a cambio de 20 kilos de cocaína, pero en el
intercambio del individuo por la cocaína, se produjo un enfrentamiento a
tiros en la intersección de la carretera Oakland Road la calle Cruse en
Lawrenceville, donde uno de los atracadores fue asesinado.
La fiscal dijo que otros ocho acusado esperan ser
sentenciados por ese caso y otro relacionado, mientras dos acusados más,
Roberto Rosario y Jean Carlos Ramos están prófugos.
Los dominicanos fueron investigados y arrestados por agentes del FBI, la ICE y oficiales de departamentos de policía de Georgia.
Los fiscales federales adjuntos Kim Dammers y Bret
Alan Gray, se encargaron de la causa contra los atracadores y asesinos
sentenciados.
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