Ya los cuerpos de Ángela Elisabeth Castillo y su bebé de nueve meses,
los cuales fueron encontrados colgados en el closet de su vivienda,
descansan en el cementerio municipal de Ocoa, pero en la familia de las
víctimas queda el dolor y muchas interrogantes de cómo habría ocurrido
la tragedia.
Jesusita Castillo, tía y madre de crianza de Ángela, pide a las autoridades reapresar a José Francisco Hernández, pareja de la víctima, a quien
acusa de maltratarla psicológicamente y llevarla a la depresión que padecía.
En medio de llanto dice que su sobrina, a la que quería como una hija, sufría y lloraba constantemente y que la última vez que hablaron fue el viernes a las 11:00 de la noche cuando Ángela le informó que su marido la había echado de la casa y que le dijo que si no se iba la mataría.
“Yo no digo que él lo hizo con sus manos, pero ella ya no aguantaba la depresión y los maltratos que él de daba. Ella nunca tuvo tranquilidad y él siempre la manipulaba”, dijo Castillo.
Agregó que ante la situación que vivía su sobrina, quien había bajado de peso considerablemente, y ya que no llegaba a las 100 libras, le había propuesto que le entregara el niño a su esposo y que ella se trasladara a Ocoa a vivir con sus padres, a lo que le respondió: “yo me voy a portar bien en la casa porque allá en Ocoa no hay nada que hacer”, habría dicho la muchacha de 22 años, quien no trabajaba y que fue definida por los vecinos como buena persona y de buen atractivo físico.
Dijo que uno de los disgustos que le daba su marido era que llegaba a la casa tarde en la noche, ya que tenía otra mujer y que ésta la molestaba por teléfono.
Aunque el hecho ocurrió el sábado, en la manzana 47-20, edificio 7, apartamento 3-B, en el sector de Invivienda, los vecinos no dejan de comentar y lamentar la tragedia.
“Era una muchacha linda, blanca, fina, tranquila, no hablaba con nadie e iba de su casa a donde su familia, es lamentable eso”, dijo Claudia Then.
Mientras que Marilis Rodríguez, quien reside en el segundo nivel del mismo bloque, explicó que se enteró de la tragedia cuando escuchó al marido gritar, pero que cuando subieron ya los cuerpos estaban en la cama.
Los cuerpos fueron encontrados colgados en el closet por el marido de Ángela.
Una hermana de la occisa, identificada como Yolanda Gregorina Castillo, dijo que tiene dudas por la forma cómo el esposo de su pariente describe los hechos. Él dice, según ella, que llegó a la casa, la encontró abierta y fue a buscarla (a Gregorina), pero que cuando llegaron nuevamente a la vivienda estaba cerrada y él procedió a abrir con la llave que usaba su hermana.
Jesusita Castillo, tía y madre de crianza de Ángela, pide a las autoridades reapresar a José Francisco Hernández, pareja de la víctima, a quien
acusa de maltratarla psicológicamente y llevarla a la depresión que padecía.
En medio de llanto dice que su sobrina, a la que quería como una hija, sufría y lloraba constantemente y que la última vez que hablaron fue el viernes a las 11:00 de la noche cuando Ángela le informó que su marido la había echado de la casa y que le dijo que si no se iba la mataría.
“Yo no digo que él lo hizo con sus manos, pero ella ya no aguantaba la depresión y los maltratos que él de daba. Ella nunca tuvo tranquilidad y él siempre la manipulaba”, dijo Castillo.
Agregó que ante la situación que vivía su sobrina, quien había bajado de peso considerablemente, y ya que no llegaba a las 100 libras, le había propuesto que le entregara el niño a su esposo y que ella se trasladara a Ocoa a vivir con sus padres, a lo que le respondió: “yo me voy a portar bien en la casa porque allá en Ocoa no hay nada que hacer”, habría dicho la muchacha de 22 años, quien no trabajaba y que fue definida por los vecinos como buena persona y de buen atractivo físico.
Dijo que uno de los disgustos que le daba su marido era que llegaba a la casa tarde en la noche, ya que tenía otra mujer y que ésta la molestaba por teléfono.
Aunque el hecho ocurrió el sábado, en la manzana 47-20, edificio 7, apartamento 3-B, en el sector de Invivienda, los vecinos no dejan de comentar y lamentar la tragedia.
“Era una muchacha linda, blanca, fina, tranquila, no hablaba con nadie e iba de su casa a donde su familia, es lamentable eso”, dijo Claudia Then.
Mientras que Marilis Rodríguez, quien reside en el segundo nivel del mismo bloque, explicó que se enteró de la tragedia cuando escuchó al marido gritar, pero que cuando subieron ya los cuerpos estaban en la cama.
Los cuerpos fueron encontrados colgados en el closet por el marido de Ángela.
Una hermana de la occisa, identificada como Yolanda Gregorina Castillo, dijo que tiene dudas por la forma cómo el esposo de su pariente describe los hechos. Él dice, según ella, que llegó a la casa, la encontró abierta y fue a buscarla (a Gregorina), pero que cuando llegaron nuevamente a la vivienda estaba cerrada y él procedió a abrir con la llave que usaba su hermana.
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