Un juez en Texas falló que un piloto estadounidense
es demente y por lo tanto inocente de interferir con un vuelo, cuando el
avión en que viajaba hizo un aterrizaje de emergencia en marzo pasado.
Clayton Osborn fue dominado y arrojado al piso
por pasajeros de un vuelo de JetBlue de Nueva York a Las Vegas después
de que se puso a gritar cosas sobre terroristas y a exhortar a la gente a
rezar.
El juez observó que el piloto sufre de una grave enfermedad mental que afecta su capacidad de entender sus acciones.
El piloto de 49 años podría haber enfrentado hasta 20 años de cárcel.
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