Quito, Ecuador.- Uno de cada cuatro niños en América Latina y
El Caribe nace de una madre adolescente o de una joven, muy posiblemente
pobre, según alertó este viernes la ONU en Quito, donde ha pedido
mejores políticas públicas en beneficio de la juventud.
Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, el embarazo
adolescente es causa y consecuencia de grandes desigualdades
socio-económicas y culturales, y afecta a la salud y el desarrollo
personal, educativo y laboral de los adolescentes.
"Uno de cada cuatro niños nace de una madre adolescente y joven, muy
posiblemente madre pobre, una que vive en una comunidad rural indígena o
afro descendiente", dijo a Efe Marcela Suazo, directora regional para
América Latina y El Caribe del Fondo.
En la región los embarazos adolescentes representan el 18 % del total
de embarazos, la segunda tasa más alta del mundo después del África
Subsahariana, y en menores de 15 años la mayoría de los embarazos es
producto de la violencia sexual, según el Fondo.
Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para
América Latina y El Caribe (Cepal), también ha señalado en Quito que los
embarazos adolescentes son una "alerta temprana" porque están
ocurriendo "en los hogares más pobres y entre las mujeres menos
educadas".
"Las mujeres más educadas no quieren tener hijos. La reproducción de
nuestra sociedad se está dando en los hogares pobres", dijo Bárcena, que
junto a Suazo participa en una reunión del Comité Especial de la Cepal
sobre Población y Desarrollo inaugurado ayer y que termina mañana en
Quito.
Suazo considera que es hora de un llamado urgente a invertir en
juventud pues en la historia "es la vez en la que hemos tenido el mayor
numero de jóvenes" y estos requieren de políticas públicas para
aprovechar las oportunidades y contribuir al desarrollo.
Según datos del Fondo, una de cada cinco personas jóvenes en la
región "ni estudia ni trabaja", según Suazo, quien agregó que únicamente
el 10% de los jóvenes que trabajan tiene empleo con protección social.
Por ello, en su opinión, la inversión para la juventud debe estar
orientada, entre otros, a una educación de calidad, empleo protegido no
precario y seguridad social, así como a la salud sexual y reproductiva,
prevención de embarazos y mejora en la planificación familiar.
Según la ONU, América Latina y El Caribe atraviesa por un proceso de
transición demográfica por el creciente envejecimiento de su población.
"Tenemos que prepararnos para una sociedad más envejecida, con
sistemas de protección social modernos; tenemos que avanzar en la
integración de los factores de población en planes, políticas,
programas", advirtió Bárcena.
Para ella, no hay modelos únicos y cada país tiene que construir su
ecuación estado-mercado-sociedad "pero de adentro, no de afuera" y por
ello se debe seguir, en su opinión, el paradigma "igualar para crecer y
crecer para igualar".
Suazo recordó que la región está marcada por la brecha de la
"desigualdad", pues el 33,6 % de la población vive en la pobreza y el
13,4 % en pobreza extrema.
"Hoy tenemos un llamado para poder redefinir nuestras agendas de
desarrollos, poder reestructurar nuestras estrategias", señaló al
enfatizar sobre el nuevo contexto demográfico de la región con un "bono
importante de juventud". EFE
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