El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA
(SDO) ha detectado 12 llamaradas solares en solo tres días, desde el
pasado 3 de julio, todas ellas provenientes de la región 1515, una
mancha solar que se ha mostrado particularmente activa esta semana.
La última de estas llamaradas,
que alcanzó su punto máximo este miércoles, provocó un apagón de radio moderado que ha disminuido desde entonces, pero que ha provocado que los astrónomos hayan centrado toda su atención en esta mancha solar que ocupa más de 100.000 kilómetros, según publica la web especializada Space.
Los apagones de radio se producen cuando los rayos X o la luz ultravioleta extrema de una llamarada alcanza una de las capas de la atmósfera terrestre conocida como ionosfera.
Al impactar contra la ionosfera, la capa por la que viajan las ondas de radio, las partículas degradan la información que transportan y afectan por igual a las ondas de alta y baja frecuencia.
Al margen de las erupciones solares, todas de clase M (la segunda de mayor intensidad), también se han producido varias eyecciones de masa coronal, nubes de plasma y partículas cargadas que irrumpen en el espacio durante las tormentas solares.
Estas eyecciones pueden perturbar el funcionamiento de los satélites y, cuando se dirigen directamente a la Tierra, también pueden provocar estragos en las telecomunicaciones y causar cortes de energía.
En esta ocasión, según la NASA, las partículas disparadas por las llamaradas solares durante esta semana se mueven de manera relativamente lenta -entre 300 y 600 kilómetros por segundo-, y es probable que no alcancen la Tierra ya que la mancha no está orientada hacia nuestro planeta.
Sin embargo, durante los últimos días esta región solar está girando lentamente hacia nuestro planeta, por lo que los científicos están monitorizando su actividad para observar su evolución.
La última de estas llamaradas,
que alcanzó su punto máximo este miércoles, provocó un apagón de radio moderado que ha disminuido desde entonces, pero que ha provocado que los astrónomos hayan centrado toda su atención en esta mancha solar que ocupa más de 100.000 kilómetros, según publica la web especializada Space.
Los apagones de radio se producen cuando los rayos X o la luz ultravioleta extrema de una llamarada alcanza una de las capas de la atmósfera terrestre conocida como ionosfera.
Al impactar contra la ionosfera, la capa por la que viajan las ondas de radio, las partículas degradan la información que transportan y afectan por igual a las ondas de alta y baja frecuencia.
Al margen de las erupciones solares, todas de clase M (la segunda de mayor intensidad), también se han producido varias eyecciones de masa coronal, nubes de plasma y partículas cargadas que irrumpen en el espacio durante las tormentas solares.
Estas eyecciones pueden perturbar el funcionamiento de los satélites y, cuando se dirigen directamente a la Tierra, también pueden provocar estragos en las telecomunicaciones y causar cortes de energía.
En esta ocasión, según la NASA, las partículas disparadas por las llamaradas solares durante esta semana se mueven de manera relativamente lenta -entre 300 y 600 kilómetros por segundo-, y es probable que no alcancen la Tierra ya que la mancha no está orientada hacia nuestro planeta.
Sin embargo, durante los últimos días esta región solar está girando lentamente hacia nuestro planeta, por lo que los científicos están monitorizando su actividad para observar su evolución.
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