Un británico que bromeó en Twitter diciendo que iba a hacer estallar un aeropuerto en el norte de Inglaterra ganó una batalla legal contra su condena.
En mayo, Paul Chambers recibió una multa de US$600 por publicar en Twitter que iba a volar el aeropuerto, cuando éste había sido cerrado por las fuertes nevadas.
Chambers siempre ha sostenido que fue una broma y dijo que era ridículo que el caso hubiese llegado a la corte.
Chambers y un grupo de artistas británicos que lo apoyó han acogido la anulación de la condena de Chambers como una victoria para la libertad de expresión.
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