Muamar Gadafi, el dictador libio que perdió la vida el 20 de octubre pasado, era reconocido por mantener un régimen basado en el temor, pero según una publicación reciente, los medios para causar ese miedo no conocían límites y su preferido fue siempre uno: el sexo.
Según la periodista francesa Annick Cojean, quien ha publicado “Las Presas. En el harem de Gadafi”, el dictador utilizaba el sexo como un arma de gobierno, ya que no le bastaba con violar a mujeres y niños, sino que pedía ser grabado para mostrarles los videos a sus guardias.
Una parte del libro relata el caso de Soraya, una chica de 22 años que fue captada cuando tenía 15 y que fue víctima de los caprichos sexuales de Gadafi. “No lo olvidaré nunca. Profanaba mi cuerpo, pero en realidad destrozó mi alma”, contó la joven que vive escondida para evitar represalias de sus hermanos, que la buscan para matarla y así “limpiar su nombre”.
Según relata Perfil.com, a través de diferentes entrevistas, Cojean contó que Gadafi incluso llegaba a practicar estas violaciones en sus propios ministros, obligados a mantener silencio. El apetito sexual llegaba hasta las mujeres e hijas de gente de su gobierno.
“Para Gadafi, la violación era un arma, una forma de dominar a otros. Las mujeres, obviamente, porque era fácil, pero también a los hombres al poseer a sus mujeres e hijas”, sostuvo Cojean para la cadena France 24.
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