Un inglés de 44 años fue atacado en su casa. Quedó inconsciente y recibió 38 cuchillazos: “Si fuera delgado, estaría muerto”, dijo. Le dieron 70 puntos de sutura.
Johnson lo acusaba de haberle robado dinero de un familiar y se puso violento a poco de comenzar la discusión: “Tomó su cinturón y lo puso alrededor de mi cuello. En segundos, quedé inconsciente”, explicó Ross en declaraciones que reproduce el Daily Mail.
Cegado de furia, el atacante comenzó entonces a asestarle puñaladas en el costado, hasta llegar a un total de 38. Poco después se encontró con un amigo y le confesó que había cometido un crimen: “Listo, lo maté”.
Sin embargo, Ross no estaba muerto. El cuchillo de cocina que Johnson utilizó no llegó a perforar ningún órgano vital, y su víctima quedó sangrando y desmayado, pero vivo. Horas después se despertó en el hospital.
“El cuerpo médico tuvo mucho tacto para describirme lo que había pasado, pero yo soy más pesado de lo que me gustaría y ellos dijeron que ese sobrepeso fue lo que salvó mi vida”, confesó Ross.
David Johnson será juzgado esta semana en la corte de Exeter, donde ha sido procesado por intento de asesinato.
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