El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) informó que al menos 146 personas murieron el viernes en Siria, en la primera jornada de una tregua de cuatro días que había sido negociada por el mediador de la ONU Lajdar Brahimi.
Esta ONG, opositora al gobierno de Bashar Al Assad, se apoya en una red de informantes y médicos en toda Siria.
En su comunicado, el OSDH registró que 53 civiles, 50 combatientes rebeldes y 43 soldados murieron el viernes pese al cese del fuego aceptado por ambas partes del conflicto en respeto a la fiesta musulmana del Aid el Adha, que dura cuatro días.
El comando de las Fuerzas Armadas sirias declaró que las fuerzas del gobierno "continuaban con su deber de luchar contra las grupos terroristas armados", en referencia a los rebeldes, según informó la agencia oficial Sana.
La mayoría de las víctimas se registraron en la provincia de Alepo, con 34 muertos, y en la periferia de Damasco, con 30, donde se libraron duros combates entre las Fuerzas de Al Assad y grupos rebeldes.
La ciudad de Alepo habría sido objeto de un ataque con misiles. Y en Damasco un coche bomba de gran potencia fue el cierre final del rebrote de la violencia en Siria.
El presidente del OSDH, Rami Abderrahman, opinó que "la tregua se ha hundido".
Pese a todo, el alto el fuego sigue en vigor, y Brahimi no ha efectuado hasta el momento ninguna evaluación pública sobre el incumplimiento de la tregua, que no cuenta con mecanismos de supervisión.
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