GUATEMALA (AP) _ La cifra de muertos por el terremoto que azotó la semana pasada al país quedó en 42, al aparecer con vida una decena de personas a las que se había dado por muertas, informaron las autoridades el lunes.
La semana pasada el gobierno reportó 52 fallecidos y más de 1,2 millones de personas afectadas por el poderoso temblor de magnitud 7,4.
``Lo que sucedió es que pensaron que estas personas habían fallecido. Sin embargo, fueron halladas días después'', dijo el vocero de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED), David de León, en una entrevista con The Associated Press. El funcionario explicó que habitantes de las zonas afectadas reportaron como muertas a personas que creían se encontraban en edificios destruidos.
De León también dijo que según el último reporte oficial del día lunes el terremoto dejó unos 24.034 damnificados y 10.330 viviendas dañadas, 2.769 de las cuales serían demolidas parcial o totalmente.
En el departamento de San Marcos, a 180 kilómetros de la ciudad de Guatemala, Claudia Fuentes observó cómo demolían su casa.
``Es muy triste, estamos muy afectados'', dijo la pequeña comerciante de 36 años, que dividía la casa entre una tienda de abastos y el hogar que comparte con su esposo, mamá y dos hijas.
Agregó que la familia se pasaría a otra estructura de menos de 20 metros cuadrados mientras buscaban la forma de reconstruir su casa.
Según las recomendaciones oficiales en un reporte de CONRED y la Asociación Guatemalteca de Ingeniería Estructural y Sísmica, al cual tuvo acceso la AP la semana pasada, una mejor construcción de viviendas y carreteras se pudo haber evitado el colapso de las paredes, los deslizamientos de tierra hacia las carreteras y el fallecimiento de decenas de personas.
Tras el sismo, el presidente Otto Pérez Molina dijo que más de 2.000 soldados fueron desplegados desde una base en San Marcos para ayudar en las labores de rescate y atención de víctimas.
El Departamento de Estado estadounidense informó que donaría 50.000 dólares para la atención de afectados incluyendo agua potable, frazadas y combustible, y que ponía a disposición helicópteros norteamericanos.
El sismo del pasado miércoles fue el más fuerte desde el 4 de febrero de 1976, cuando un terremoto de 7,5 dejó 23.000 muertos y miles de heridos al norte de la capital
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