NUEVA YORK._ ¡Cuánta ¿gratitud?! Un desamparado al que un policía de origen italiano en un gesto tomado en cámara y cuya imagen le dio la vuelta al mundo, regalándole un par de botas nuevas que compró en una tienda para que se protegiera los descalzos pies del frío, no se ha puesto el calzado alegando que podría ser atracado porque vale mucho. Y como si eso fuera poco. Está exigiendo que se le pague dinero porque su "figura" apareció en los principales medios nacionales e internacionales.
La foto en la que aparece el agente Lawrence (Larry) DePrimo, pasándole las botas a Jeffrey Hillman a quien encontró tirado en una calzada en una calle de Manhattan y en vez de ordenarle que se moviera, como establece la ordenanza municipal, trató de calzarlo, ha conmovido a millones de personas en el planeta.
Pero el sábado en la noche, el pordiosero volvió a ser encontrado caminando descalzo y cuando se le preguntó por las botas, respondió que cuestan $100.00 dólares, por lo que si la usa, podría ser atracado para quitárselas.
"Las mantengo escondidas porque valen demasiado dinero", dijo el desamparado. "Podría perder hasta la vida si las me las pongo".
Aunque dijo estar agradecido del policía, exigió que le pague, porque la foto fue tomada sin su permiso.
La fotografía fue tomada por una turista de Arizona, sin que el agente ni el deambulante se dieran cuenta.
La mujer que tomó la imagen la publicó en su página de facebook la semana pasada y a partir de ahí, la fotografía se convirtió en un símbolo de lo que puede ser la nobleza en agentes policiales de una ciudad en la que día y noche tienen que batallar contra toda clase de criminales y delincuentes y combatir la más amplia gama de crímenes.
La foto, habla por sí sola de lo que es la compasión en algunos seres humanos, además de que el policía si hubiera querido, hubiese ordenado al desamparado moverse de lugar, llevarlo a un refugio o ponerle una multa en caso de que no obedeciera.
Un hermano del desamparado, Kirk Hillman, dijo que éste llama a la familia quizás una vez al año para hacer saber que está "bien".
Kirk señaló que ellos son nativos de Allentown (Pensilvania) y que su hermano era un profesor universitario y administrador de una iglesia, pero terminó sentado en una acera de Nueva York y descalzo.
Desde hace años se convirtió en un indigente después de perder su último trabajo en 1980. En 1993 se declaró en bancarrota luego de obtener privilegios fiscales en el estado de New Jersey donde residía. Tuvo que irse a vivir a refugios y posteriormente a deambular en las calles de Harlem en Nueva York.
La familia dice que siempre será bienvenido en sus hogares, pero se ha convertido en un alcohólico, asiduo bebedor de vodka que compra en una tienda de licores de la Novena Avenida en Manhattan.
El Comisionado de Policía, Raymond Kelly, creyendo que el desamparado estaba usando las botas que le regaló el oficial DePrimo, dijo que "nunca hemos estado en busca de él y ahora que no está descalzo, es más difícil de detectar".
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