La búsqueda de cuerpos que orbitan otras estrellas está abriendo las puertas a lugares maravillosos y extraños: desde un planeta gigante carbonizado hasta otro lleno de diamantes, les presentamos algunos de los mundos más extraños que los científicos han encontrado hasta ahora.
Cuádruple anochecer
En una escena memorable de la película "Star Wars" ("La Guerra de las Galaxias"), Luke Skywalker mira hacia el horizonte mientras dos soles se ponen en su planeta natal Tatooine.
Los astrónomos ya han descubierto varios sistemas como Tatooine, donde los planetas orbitan en torno de dos estrellas.
Pero este año, un equipo de astrónomos voluntarios y profesionales aseguran haber encontrado un mundo iluminado por cuatro estrellas, el primero que se conoce de este tipo.
Ese planeta distante orbita alrededor de un par de estrellas, mientras que otros dos astros dan vueltas en torno de él.
Este mundo es atraído por la fuerza gravitacional de cuatro estrellas diferentes, pero a pesar de ello PH1 es capaz de mantener una órbita estable.
El descubrimiento fue hecho por voluntarios que usaron la webwww.Planethunters.org ("Cazadores de Planetas", en español) junto con un equipo de científicos británicos y estadounidenses.
Denominado PH1 por las iniciales de internet, está situado en la constelación Cygnus.
Cuando se descubrió, el profesor Chris Lintott, de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, le dijo a la BBC que el sistema no era en absoluto lo que esperaban encontrar.
Lintott cree que los planetas se pueden formar a partir de un gas denso que da origen a sistemas planetarios que después se aferran a órbitas estables cerca de sus estrellas madre.
Negro como el carbón
En 2011, un grupo de científicos estadounidenses anunció que un exoplaneta del tamaño de Júpiter, conocido como TrES-2b, era el mundo más oscuro conocido hasta entonces, ya que sólo reflejaba el 1% de la luz solar que llegaba a él.
TrES-2b es más oscuro que una pintura acrílica negra y más que ningún otro planeta o luna del Sistema Solar.
Y la distancia a la que TrES-2b gira en torno de su estrella madre con seguridad tiene algo que ver con ello.
En nuestro Sistema Solar, Júpiter está envuelto en brillantes nubes de amoniaco que reflejan más de un tercio de la luz solar que le llega.
Pero TrES-2b orbita su estrella a una distancia de sólo cinco millones de kilómetros.
La intensa energía del sol calienta el planeta a más de 1,000 grados centígrados, una temperatura demasiado alta para que se formen las nubes de amoniaco.
Su atmósfera también contiene algunas sustancias químicas que absorben la luz en lugar de reflejarla. Pero estos factores no pueden explicar completamente la extrema ausencia de luz.
Sin embargo, David Spiegel, científico de la Universidad de Princeton que codirigió los estudios sobre TrES-2b, asegura que el mundo crepuscular es tan caliente que "emite un tenue resplandor rojo similar a una brasa o a una estufa eléctrica".
Los diamantes son para siempre
Un planeta cercano en la constelación de Cáncer podría tener una composición bastante peculiar.
Conocido como 55 Cancri e, "está probablemente cubierto de grafito y diamante en lugar de agua y granito", según el astrónomo Nikku Madhusudhan, de la Universidad de Yale, en Estados Unidos.
Perteneciente a la clase de mundos conocidos como planetas de diamante, se cree que 55 Cancri e es rico en carbono, un elemento que puede darse en una variedad de estructuras como el grafito (el material que se usa en la punta del lápiz), grafeno o diamante.
Los mundos ricos en carbono contrastan fuertemente con la Tierra, cuyo interior es relativamente pobre en ese elemento pero rico en oxígeno.
Este año, el profesor Madhusudhan y sus colegas publicaron las primeras medidas del radio del exoplaneta.
Esos datos combinados con las estimaciones más recientes de su masa les permitieron a los investigadores deducir su composición química. Para ello, usaron modelos computarizados del interior del planeta y calcularon las posibles combinaciones de elementos y componentes en función a esas características.
Los resultados sugieren que 55 Cancri e está principalmente compuesto de carbono (en forma de grafito y diamante), hierro, carburo de silicio y, potencialmente, silicatos.
Además, estiman que al menos un tercio de la masa del planeta está compuesta de diamante, el equivalente a tres veces la masa de la Tierra.
Diez millones de años
Situado a unos 600 años luz de la constelación Auriga, Wasp-12b está siendo absorbido lentamente por su estrella, similar a nuestro Sol.
El planeta gigante orbita tan cerca de su estrella madre que está expuesto a una temperatura superior a los 1,500 grados centígrados y se está distorsionando. Debido a la fuerza de gravedad de su sol, su forma se parece cada vez más a la de un balón de rugby.
La atmósfera del planeta se ha hinchado hasta tener casi tres veces el radio de Júpiter y su material se está derramando sobre la estrella. "Vemos una enorme nube alrededor del planeta que está escapando y será capturada por la estrella", explicó la astrónoma Carole Haswell, de la Open University, en Reino Unido.
Haswell y sus colegas usaron el Telescopio Espacial Hubble para confirmar las predicciones anteriores sobre el planeta y publicaron sus hallazgos en la revista Astrophysical Journal Letters en 2010. Los científicos estiman que al planeta pueden quedarle sólo 10 millones de años antes de que se destruya completamente.
Los astrónomos han encontrado otros ejemplos de mundos que son devorados por sus estrellas o que se están calentado tanto que su atmósfera se escapa al espacio formando una cola similar a la de los cometas.
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