El puente más ancho del mundo, Port Mann en Canadá, fue inaugurado hace menos de un mes con bombos y platillos, tras una inversión de $3,300 millones.
Pero la costosa y avanzada obra de la compañía Kiewit-Flatiron al parecer no se concibió para el típico invierno de esta gélida región de Norte América, pues en su primera tormenta invernal tras abrir al público comenzó a ‘atacar’ con bolas de hielo a los vehículos, para horror y espanto de los usuarios, que publicaron los daños a sus vehículos en Facebook, YouTube y Twitter.
Sucede que el acero de los tensores de suspensión acumula hielo, que luego se desprende, rompiendo cristales y abollando vehículos, reportó RT.
Dos de las fotos publicadas en Twitter que atribuyen daños a las bombas de hielo que se desprendieron de los cables del Port Mann. (Twitter).
El pasado 19 de diciembre las autoridades de British Columbia tuvieron que cerrar el acceso al puente, debido al mal tiempo y el bombardeo de hielo resultante.
¿Cómo evitar que suceda de nuevo? Pues la compañía busca una solución “tecnológica” al fiasco, que podría salirle muy caro a medida que los reclamos de indemnizaciones se vayan acumulando, informaron medios locales.
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