NUEVA YORK— Es una de las camadas más excelsas de candidatos al Salón de la Fama del béisbol desde la primera selección en 1936, cuando los elegidos fueron Babe Ruth y Ty Cobb.
Barry Bonds: Nadie ha ganado tantas veces el premio al Jugador Más Valioso, con siete, además de ser el dueño de los récords de más jonrones de por vida con 762 y también en una sola temporada con 73.
Roger Clemens: Nadie ha obtenido tantas el premio Cy Young (7), además de acumular un total de 354 victorias en su carrera.
Sammy Sosa: Octavo en la lista histórica de jonrones con 609. Alguien que sobrepasó los 60 jonrones tres veces en cuatro años.
Los tres, sin embargo, cargan el estigma de la era de los esteroides y se vislumbra que ninguno de ellos se seleccionado cuando el miércoles se anuncie el resultado de la más reciente votación. De hecho, es previsible que en un año con candidatos con estadísticas asombrosas, nadie sea elevado al Salón.
Para ser exaltado al templo de los inmortales en Cooperstown se necesita al menos el 75% en la votación de los miembros del Asociación de Cronistas de Béisbol de Norteamérica con 10 años consecutivos dentro de la organización. Se estima que más 600 periodistas emitieron votos.
Bonds y Clemens fueron juzgados por perjurio en tribunales federales debido a sus desmentidos de que se dopaban. Clemens salió bien librado, mientras que Bonds fue hallado culpable en 2011 de un delito menor por obstrucción a la justicia. Sosa no ha pasado por esos litigios legales, pero el diario The New York Times informó que el nombre del dominicano aparecía en una lista de peloteros que en 2003 dieron positivo.
El debate en torno a la papeleta de este año, que incluye 24 nuevos candidatos y 37 en total, ha sido el más caldeado y polémico que se recuerde en tiempos recientes.
Hay dos frentes que enarbolan puntos de vista irreconciliables.
En una esquina están los que consideran que es una farsa premiar a peloteros que hicieron trampa al consumir sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento e inflar sus estadísticas. Estos votantes se escudan en el texto de una de las cláusulas sobre los criterios a tomar en cuenta se mencionan los aspectos sobre “integridad” y “carácter”.
El otro bando opina que el Salón de la Fama no es una iglesia en la que sólo deben estar gente impoluta, que los periodistas no deben ser guardianes de la moral y que ignorar a figuras como Bonds es pretender que no existieron.
Ahora, en medio de tanto fuego cruzado, con una abundancia de nombres fuste que inclusive superan el máximo de 10 que se puede estampar en la papeleta, pues nadie saldría elegido, al menos este año.
The Associated Press realizó un sondeo en el que se consultó a 112 votantes, casi una quinta parte de los que pueden participar, y el trío Bonds-Clemens-Sosa ni siquiera supera el 50%
The New York Times difundió una consulta con 92 y que convalidó la misma tendencia.
Otro tanto se reflejó en el trabajo del blog www.baseballthinkfactory.org, que se ha encargado de recopilar los votos que los periodistas han divulgado en las últimas semanas. Craig Biggio, Jeff Bagwell, Mike Piazza, Tim Raines y Jack Morris, en ese orden, son los más que cerca están del 75%, pero atrapados entre un máximo de 67% y 62%.
Esta podría ser la octava vez y primera desde 1996 que la votación de los periodistas no resulta en la exaltación de un jugador. Cuando eso ocurrió por última vez, Phil Niekro, Tony Pérez y Don Sutton apenas rebasaron el 60%. Los tres lograron eventualmente sumar los votos suficientes en años posteriores.
Así las cosas, el próximo 28 de julio en Cooperstown tendrá una ceremonia en la que serán elevados tres personalidades fallecidas, el último de ellos en 1939. Se trata del umpire Hank O’Day, el ex propietario de los Yanquis Jacob Ruppert y el catcher/tercera base Deacon White. Todos fueron seleccionados por un panel de expertos convocado por el Salón de la Fama y que deja la composición del mismo en 300 miembros.
Quizás Morris, en su 14to año en la papeleta, pueda alcanzar finalmente el porcentaje necesario tras conseguir un 66,7% en la votación anterior. Pese a sus notables actuaciones de postemporada, el ex pitcher de Detroit y Minnesota ha tenido que esperar al verse resistido por tener un 3.90 en promedio de carreras limpias permitidas que sería el más alto en el Salón.
Biggio, Piazza y Curt Schilling, todos debutantes en la papeleta, deberán acostumbrarse a permanecer a una sala de espera que en los próximos años seguirá . Greg Maddux, Tom Glavine, Frank Thomas y Mike Mussina aparecerán en los nombres para 2014. Pedro Martínez, Randy Johnson y John Smoltz lo harán para 2015. Ken Griffey Jr. y Trevor Hoffman asoman para 2016.
Ahora bien, un voto en contra este año no significa que las puertas a Cooperstown han sido cerradas definitivamente para Bonds y Clemens.
Varios votantes han planteado que quieren transmitir un mensaje de “castigo” en el primer intento, que quedan 14 años más para meditar un cambio de opinión.
“Uno se entera de algo nuevo cada año. Nos enteramos de muchas más cosas durante el juicio de Bonds. Nos enteramos de muchas más cosas durante el juicio de Clemens”, comentó Mark Purdy, un columnista del diario San Jose Mercury News. “No quiero decir que nunca votará por uno de ellos. Quiero esperar hasta que expire el período de elegibilidad y poder tener la mejor idea posible”.
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