Las obligaban a mantener hasta 30 relaciones sexuales por día. Las llevaban de contrabando a Estados Unidos, pasando ilegalmente la frontera mexicana, para luego moverlas por distintos estados de ese país. Mandaban por celulares sus fotos a potenciales proxenetas y clientes. En al menos un caso, la vícitima sospechaba que había quedado embarazada.
Sus tratantes se burlaban del tema.
Los detalles de cómo operaba una red de tratantes de mujeres y proxenetas se encuentran en una acusación depositada ante la Corte del Distrito Sur de Georgia, en la división de Savannah, en de enero, documento al que LISTÍN DIARIO tuvo acceso.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, en inglés) en una nota de prensa del 17 de enero, reveló el resultado de la “Operación Dark Night,” que descubrió una red tráfico sexual que operaba desde Florida hasta Georgia e incluia a las Carolinas. La investigación, liderada por la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, en inglés) “resultó
en un operativo ayer en donde las autoridades ejecutaron 13 arrestos criminales, 44 arrestos administrativos de individuos identificados como parte de la investigacion de la red de tráfico sexual y el rescate de 11 víctimas”, dice la nota.
La acusación contra 12 personas por conspiración para trata de personas con fines sexuales, conspiración para realizar viajes interestatales con fines de prostitución, entre otros cargos, incluye a un individuo identificado como Juan Carlos Peña, que “en o cerca del 26 de diciembre de 2012… usó un teléfono celular para explicar a un hombre no identificado que era el jefe de un negocio de prostitución. El acusado Juan Carlos Peña siguió explicando que usó una variedad de jóvenes mexicanas, puertoriqueñas y dominicanas de menos de 27 años de edad, para trabajar como prostitutas semanalmente para su negocio”.
El documento oficial no revela la identidad de las víctimas involucradas en el caso, a pesar de que la fiscalía presenta como parte de sus pruebas la conversación en la que se menciona a dominicanas como parte del grupo de mujeres prostituidas por Peña en los Estados Unidos.
Consultado por correo electrónico por este diario, el embajador dominicano en Estados Unidos, Aníbal de Castro, dijo que la sede diplomática no ha recibido ninguna solicitud de asistencia judicial. “Hemos iniciado gestiones con el Departamento de Estado y directamente con la fiscalía que investigó el caso para ver si es posible, no obstante que las identidades hayan sido ocultadas (quizás porque son menores), determinar si efectivamente alguna es dominicana”.
Tampoco la División de Asuntos Migratorios del Ministerio de Relaciones exteriores tiene informaciones sobre el proceso.
Detalles del caso
El expediente, firmado por el procurador general de Estados Unidos, Edward J. Tarver; el primer asistente del procurador, James D. Durham; el jefe de la división criminal de la Procuraduría, Brian T. Rafferty y otros dos asistentes, detalla el funcionamiento de la red.
“La acusada Luisa Capilla-Lancho, alias ‘Marisol’, dijo a otro miembro de la conspiración que 24 mexicanas, algunas muy jóvenes, fueron traficadas desde México hacia EE. UU. y albergadas en Charlotte, Carolina del Norte, porque Atlanta y Nueva York estaban ‘quemados”. Según la acusación, Joaquín Méndez-Hernández, alias ‘El Flaco’, dijo a una víctima que tenía que “atender a 25 clientes por día o sería devuelta a su hogar en México”.
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