El consumo de zanahoria, auyama, brócoli, vegetales de hojas verdes y frutas amarillas y rojas, todos ricos en betacaroteno, podría tener efectos beneficiosos en quienes sufren de diabetes, y en apenas 30 días de haber comenzado un régimen alimenticio con 100 gramos de algunos de esos alimentos o su equivalente en suplementos empieza a verse la mejoría en el estatus del hierro y sustancias nocivas para las membranas celulares.
Esos son los resultados preliminares del estudio que realiza el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas. María de las Nieves García Casal, jefe de Medicina Experimental del IVIC, refiere que, hasta ahora, han encontrado que la ingesta de alimentos ricos en betacaroteno puede prevenir y proteger daños oxidantes en el desarrollo de la diabetes e, incluso, podría retrasar y prevenir la aparición de la enfermedad, aunque este aspecto aún no ha sido demostrado en la investigación. Ese nutriente también pudiera ser beneficioso para la ateroesclerosis y otras dolencias cardiacas. La finalidad del estudio es demostrar cómo el suministro de fuentes de betacaroteno puede retrasar la progresión de enfermedades cardiovasculares, oculares o renales en pacientes diabéticos. Se trata, refiere la especialista, de una medida nutricional muy simple y de fácil acceso económico para la población.
Obesos con anemia
La investigadora del IVIC presidirá hasta 2015 la Sociedad Latinoamericana de Nutrición y es la primera mujer que asume esa responsabilidad en los 50 años que tiene la organización. A su regreso del XVI Congreso, que se realizó en La Habana, Cuba, advierte que aún cuando existen en el ámbito mundial numerosas investigaciones y estudios de avanzada en el área tales como la nutrigenómica y la nutrigenética ,la epigenética y la programación fetal, los biomarcadores en nutrición y la utilización de técnicas nucleares en alimentación y nutrición, los países latinoamericanos padecen un problema grave como es la doble carga de la malnutrición, es decir, pacientes obesos que afrontan deficiencias y carencias de micronutrientes.
Hay pacientes con todas las deficiencias del desnutrido y con sobrepeso, lo cual agrava el cuadro porque el tejido adiposo y la grasa hacen que se convierta en diabético, hipertenso y propenso a sufrir enfermedades cardiacas y cerebrovasculares. La prevalencia en Latinoamérica de sobrepeso y obesidad es altísima, mayor de 50 %. Sin embargo, cifras oficiales de organismos internacionales señalan que hay países que ya tienen 80 %.
Estilos de vida heredables
García Casal considera preocupante que la obesidad afecta a la población en edad preescolar, pues ya se observan niños y adolescentes con diabetes tipo 2 y riesgo de enfermedad cardiovascular. La especialista considera inaplazable tomar medidas urgentes, que lleven a la población a adoptar cambios de conducta alimentaria y estilos vida saludable desde la niñez y que no solo establezcan un régimen alimenticio de acuerdo con la edad y el género, sino que también promuevan ejercicio, recreación y descanso.
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