Autoridades de Miami dieron, entre otras cosas, pases para ver a LeBron James y el Heat a personas que entregaron voluntariamente escopetas de caza y revólveres como parte de su programa de desarme.
Decenas de armas, en su mayoría escopetas de caza y revólveres, fueron entregadas hoy por la ciudadanía a las autoridades de Miami, que a cambio ofrecían desde un par de entradas para ver a los Heat de baloncesto hasta tarjetas de dinero para gastar en centros comerciales.
Bajo el título "Gun Buy Back Operation" (Operación de recompra de armas), la iniciativa organizada por el Ayuntamiento y la Policía de Miami tuvo una gran acogida, ya que decenas de personas se acercaron desde temprano a entregar armas que tenían en casa, sabiendo que las autoridades se comprometían a no hacer pregunta alguna sobre su procedencia.
Una vez que se comprueban que las armas están descargadas, los agentes las guardan para que la policía científica investigue si han sido utilizadas en algún tipo de crimen.
El consistorio de Miami quiere reducir el número de armas que hay en las calles y para ello ha establecido tres fines de semana consecutivos en iglesias para la entrega de armas.
"El objetivo es convertir a Miami en una ciudad más segura”, afirmó el sargento Freddy Cruz al tiempo que el alcalde de la ciudad, Tomás Regalado, se mostró muy preocupado por el hecho de que en el sur de Florida haya niños con acceso a las armas que sus padres tienen en casa.
Según el alcalde, acontecimientos como la tragedia de Newtown han ayudado a que la población tenga más conciencia de la peligrosidad de las armas, "sean del calibre que sean, ya que pueden matar a personas".
Catia Barroso, una cubana afincada en la Florida, explicó a que había entregado sus armas por miedo a "todo lo que ha estado ocurriendo hoy en día y porque es un peligro tenerlas en la casa" .
Barroso confía en que iniciativas como esta ayuden a reducir el número de armas que hay en las casas y que muchas veces siguen ahí porque sus dueños no saben muy bien cómo deshacerse de ellas.
"Hacía tiempo que quería entregarlas pero no sabía dónde dirigirme y a quién preguntarle para poder sacarlas de circulación”, dijo.
Por su parte, Kenya Flores, una mujer que acudió con su hijo pequeño a la iglesia, entregó una pistola que pertenecía a su cuñado ya fallecido. "Tenemos tres niños en casa. Hemos esperado a esto para entregarlas", afirmó.
El alcalde de Miami explicó que la iniciativa surgió cuando el Ayuntamiento se involucró "en la petición nacional para que se sacaran las armas ilegales de la calle”.
En este mismo sentido, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propuso el miércoles en la Casa Blanca un conjunto de medidas para reducir la violencia armada.
Entre las disposiciones propuestas, pidió al Congreso una renovación en la prohibición de la venta de armas de asalto, así como un control de antecedentes penales de todos los compradores y una nueva ley federal sobre tráfico de armas.
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