Gracias a una tragedia, Erin Roberts conoció al amor de su vida.
Resulta que el hermano de esta mujer, Kellen, falleció a los 22 años, por lo que sus órganos fueron donados. El corazón del joven fue trasplantado en el cuerpo de Connor Rabinowitz, de 17, quien tras la operación, quiso conocer a la familia de su donante, según publicó la revista Mamás Latinas.
Fue en ese momento que sintió una conexión especial con Erin, por lo que decidieron comenzar una relación de larga distancia y el año pasado el chico se mudó a Seattle para estar más cerca de su novia.
“El es mi héroe, mi ángel de la guarda y siempre le estaré agradecido por haber donado sus órganos", contó Connor, quien ahora tiene 25 años y trabaja como técnico de ultrasonidos del corazón.
Para Erin, su hermano le dejó a Connor como último regalo. La joven dijo que siente que su hermano sigue vivo y que cada vez que lo extraña solo recuesta su cabeza en el pecho de su novio.
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