NUEVA YORK._ En 1983 un dominicano le vendió su apartamento a una prima en $800 dólares, pero nunca transfirió el contrato de arriendo ni el propietario del edificio quiso aceptar el acuerdo, negándose a darles a la nueva "dueña" un contrato en el que figurara su nombre.
Ahora, 30 años después del negocio entre familia, el hombre que hace tres décadas vendió, ha regresado para reclamar la devolución de su apartamento.
La dominicana Juana Batista, quien junto a sus hijas invirtió miles de dólares renovando la vivienda está prácticamente en la calle, después que un juez de la Corte de Vivienda le negara todo derecho a permanecer en el apartamento por no estar el contrato en su nombre.
El magistrado le dio plazo hasta el 31 de este mes de marzo para desalojar y entregarle la vivienda a su primo.
Juana dice que "hay un dueño muy poderoso que es el Señor Jesucristo. Mis hijos nacieron aquí y mi nietecita también".
Añadió que $800 dólares "ahora no son mucho, pero 30 años atrás el dinero valía y ahora ellos quieren regresar para atrás".
La señora Batista sostiene que el primo la quiere dejar en la calle tres décadas después del negocio entre familia. Explicó que por años buscó la manera de que su primo, transfiriera el contrato de alquiler a su nombre para evitar ese percance, pero éste, siempre se negó.
El "landlord" (propietario del edificio) tampoco quiso aceptar que la señora Batista fuera la que apareciera en el "lease" de arriendo.
Rosanna Batista, hija de Juana relató que la jueza de la Corte de Vivienda les ordenó salir de la vivienda, porque legalmente el apartamento le pertenece al primo de su madre.
Los Batista se gastaron más de $60 mil dólares remodelando el hogar, pero ni eso ha sido tomado en cuenta por el primo ni por la corte.
"Nos dijeron que a más tardar, el 31 de marzo tenemos que mudarnos, pero no tenemos dónde irnos", agregó Juana.
El abogado Kenneth Rossenfeld, especialista en la materia, recordó que la ley establece que no se puede cambiar el apartamento a otra persona sin el permiso del casero.
Pero el primo también podría quedarse sin el apartamento porque vive ahora en un apartamento de renta controlada y uno de los principales requisitos es que no puede salir de allí a menos que no estés dispuesto a perder ese privilegio que es cuando los caseros no pueden aumentar medalaganariamente el precio del alquiler mensual.
El abogado dijo que el único ganador en este caso es el casero que podrá aumentar la renta a nuevos inquilinos.
"Es importante que la gente escuche esta historia, para que no le pase lo que nos está pasando a nosotros", dijo Juana.
Su única opción por ahora es la de pedir más tiempo a la corte para buscar otra vivienda donde mudarse.
El primo no fue identificado por la señora Batista.
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