NUEVA YORK .— La temporada de gripe que se acerca a su fin dejó 105 niños muertos en Estados Unidos, una cifra cercana al promedio.
Esta vez comenzó un mes antes de lo habitual, lo que provocó preocupaciones de que pudiera ser la peor en una década. Resultó ser muy dura para los ancianos pero moderadamente severa en general, según los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades.
Seis de las muertes de niños se reportaron la semana pasada y es posible que haya más, advirtió el viernes el doctor Michael Jhung, del Centro.
Unos cien niños mueren en una temporada promedio de gripe. Una excepción fue la pandemia de gripe porcina de 2009-10, cuando fallecieron 348 infantes.
El Centro recomienda que todos los niños de seis meses de edad en adelante sean vacunados para la gripe en cada temporada, aunque sólo la mitad recibe una inyección o rociador nasal.
Con la excepción de cuatro, todos los infantes que murieron tenían edad suficiente para ser vacunados, pero el 90% no había recibido la vacuna, dijeron funcionarios del Centro.
La vacuna de este año fue considerada efectiva en los niños, aunque no funcionó muy bien en los ancianos. Y la cepa de gripe dominante a comienzos de la temporada fue una que tiende a causar una enfermedad más severa.
El gobierno sólo hace un recuento de muertes por gripe de niños a nivel nacional, pero rastrea las tasas de hospitalización para personas de 65 años o más, y estas estadísticas han sido sombrías. En este grupo, 177 de cada 100.000 fueron hospitalizados con enfermedades vinculadas con la gripe en los últimos meses, o sea, más de dos veces y media que en las últimas temporadas.
La temporada comenzó a principios de diciembre, un mes antes de lo habitual.
“Aparentemente estamos cerca del final de la temporada”, afirmó Jhung.
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