Los Azulejos de Toronto registran 19 temporadas seguidas sin llegar a la postemporada. Eso explica muy bien la hegemonía de los Yanquis de Nueva York y Medias Rojas de Boston, además de unas notables sorpresas en los últimos años de los Rays de Tampa Bay y Orioles de Baltimore.
La gerencia de los Azulejos quiere competir en la fuerte División Este del nuevo circuito y, por eso, durante la temporada muerta se esforzaron por conseguir el mejor material, amén de que varias de esas piezas sean dominicanos.
Los recién llegados son José Reyes, Emilio Bonifacio, Mark Buehrle y Josh Johnson, todos vía cambio desde los Marlins de Miami, mientras que firmaron a Melky Cabrera, quien se convirtió en agente libre luego de una gran campaña ofensiva con los Gigantes de San Francisco aunque manchada por el positivo a sustancias prohibidas.
El nuevo dirigente del conjunto, John Gibbons, ya anunció a sus primeros cuatro bateadores, el cual serán dominicanos: Reyes y Cabrera, además de José Bautista y Edwin Encarnación.
Luego de esos cuatro, el mánager tiene que ubicar al antesalista Brett Lawrie, Adam Lind, J.P. Arencibia y Colby Rasmus. La disyuntiva está entre el dominicano Bonifacio y el venezolano Maicer Izturis, quienes compiten por el segundo cojín.
A principio de los entrenamientos, el dirigente Gibbons había optado por el veterano venezolano, pero ha quedado impresionado con la versatilidad y talento del dominicano.
Es obvio que Izturis tiene mejores manos que Bonifacio, pero el nativo de Santo Domingo tampoco es un carnicero en la intermedia.
Por ejemplo, durante sus seis temporadas en las mayores, Bonifacio totaliza 12 pifias en 75 encuentros defendiendo la segunda base.
Sin embargo, Bonifacio tiene dotes ofensivos impensables para Izturis, condición que le abrirá un hueco en el conjunto canadiense. Durante los juegos de exhibición, exactamente en un total de 16, Bonifacio batea para un robusto .326, gracias a 15 imparables en 46 turnos agotados. También cuenta con siete bases robadas, seis carreras impulsadas y dos cuadrangulares.
A nivel defensivo, Bonifacio también te puede jugar tercera y campo corto, su posición original, y obviamente el jardín central, lugar que desempeñó el año pasado con los Marlins. Además, en la liga dominicana, en innumerables ocasiones defendió el prado derecho con los Tigres del Licey.
En fin, a base de “palos”, Bonifacio se ganará la intermedia o conseguirá otra posición, ya que su versatilidad y agresivo corrido le favorecen para mantenerse a diario en la alineación.
Ofensiva. Los Azulejos tienen los nombres en el papel para luchar por el banderín del Este, pero ahora deben probarlo en el terreno de juego.
La clave de esa alineación será Encarnación, quien debe demostrar que sus 42 jonrones del año pasado no fueron casualidad.
Esa demostración, unido a un genuino primer bate como Reyes, hará que Bautista pueda ver y conectar mejores lanzamientos. Melky se beneficiará de estar cubierto del líder en cuadrangulares de las campañas de 2010 y 2011.
El novato Lawrie y Lind también serán favorecidos por esa gran alineación y se espera su explosión ofensivo. Ambos podrían pasar de 30 bambinazos.
Pitcheo. La punta de lanza del club será el pitcheo, el cual se puede considerar un trabuco de rotación. R. A. Dickey encabezará la tropa, un lanzador que viene de ganar el premio Cy Young de la Liga Nacional, vistiendo la franela de los Mets de Nueva York.
El nudillista llegó al conjunto vía cambio luego de un récord de 20-6 y efectividad de 2.76.
Completan la rotación Josh Johnson, Brandon Morrow, Mark Buehrle y Rickey Romero. J.A. Happ podría empezar en las menores o ser usado como abridor ocasional.
El preparador de mesa será el mexicano Sergio Santos y el cerrador Casey Janssen, quien se recupera de una ligera operación.
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