La bailarina Annie Ruiz contó cómo junto a seis de sus compañeros escaparondurante una gira por México y acabaron pidiendo asilo en Miami tras recorrer más de 5.000 kilómetros
Annie Ruiz Díaz es una de los siete bailarines del Ballet Nacional de Cuba (BNC) que desertaron el 25 de marzo pasado durante una gira en el sureste de México y pidieron asilo político en Estados Unidos. “Llegamos directamente a Cancún, luego fuimos a Playa del Carmen y finalmente a Chetumal. Ahí nos escapamos”, explicó al diario español El País desde Miami.
“Fue una decisión muy difícil, pero muy meditada. Hace un tiempo que lo estábamos pensando, pero debíamos hacerlo con calma. Nuestras familias conocían nuestra decisión”, aseguró Ruiz, y señaló que la razón para dejar la isla fue la posibilidad de mejores oportunidades en Estados Unidos. “Tenemos la expectativa y la esperanza de que podemos bailar más. Estamos convencidos de ello”, declaró.
Tras la deserción, el viaje comenzó en un autobús hacia Córdoba. “Ahí vive una tía mía”, aseveró Ruiz. Tras un viaje de casi 24 horas, pasaron la noche ahí. Al día siguiente partieron a México DF, un periplo de otros 400 kilómetros. En la capital mexicana, tomaron otro autobús hasta Laredo, 1.110 kilómetros al norte.
“Y una vez en la frontera, cruzamos a pie”, admitió la bailarina. “Todo el viaje lo hicimos en autobús”. Tres mil kilómetros después, y tras 5.000 km de trayecto total, seis de los siete bailarines llegaron a Miami el 30 de marzo. Un séptimo miembro del grupo, Alejandro Méndez, de 20 años, decidió quedarse en México.
Con 24 años, Ruiz es la mayor de los siete exiliados. Asegura que mantienen contacto con los otros miembros de la compañía –“los amigos siguen ahí, nos preguntan cómo nos va con las audiciones”– y que informaron a sus familias de su decisión antes de salir de Cuba. “Mi familia sabía que tenía esta intención y me apoyaron totalmente”.
La mujer cuenta que, aún en Cuba, ella y sus compañeros escuchaban historias de otros bailarines que habían desertado y habían conseguido un puesto en compañías de ballet estadounidense.
Desde el Ballet Nacional de Cuba no hubo mucha repercusión. Su directora, Ramona da Saa, dijo que la decisión de los bailarines le había causado mucho dolor. La fundadora del BNC, la prestigiosa bailarina Alicia Alonso, no ha hablado con los medios.
La gira mexicana de la compañía cubana era parte de una serie de presentaciones en todo el mundo para conmemorar el 65º aniversario de la fundación del BNC y el 70º del debut de Alonso en el papel protagónico de Giselle.
Ruiz reconoce que el BNC “es de las mejores compañías del mundo”, pero comentó que estaban convencidos de que tenían "que mejorar, éste era el momento". "Todos tenemos más oportunidades en Estados Unidos”, agregó. En Cuba, asegura, su salario mensual era de unos 27 dólares. “Si tuviéramos un mejor salario, estaríamos allá.En Cuba está nuestra familia y nuestros amigos”, explicó.
Ruiz es la única del grupo de desertores que tiene familiares en EEUU y en Miami, donde lleva apenas cinco días, dice sentirse “cómoda”. Ella y sus compañeros ya han asistido a sus primeras audiciones, aunque reconoce que aún no ha tenido tiempo para reflexionar sobre la magnitud de su decisión.
“Con el BNC viajábamos mucho. Entonces todavía me siento así. Como que sigo de gira y en cualquier momento voy a volver”, afirmó. El BNC prevé realizar presentaciones en Centroamérica en los próximos meses y de septiembre a noviembre estará de gira por España.
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