“Es imposible ganar el Tour de Francia sin doparse. Porque el Tour es una prueba de resistencia en la que el oxígeno es clave”, declara Armstrong al vespertino, que adelanta las declaraciones que publicará hoy en su edición en papel. “De acuerdo con que se borre mi nombre del palmarés, pero el Tour se celebró entre 1999 y 2005, ¿verdad? Pues tendrá que haber un ganador.
¿Quién es? Nadie se ha presentado para reclamarme mis ‘maillots’”, declara. “Yo no inventé el dopaje”, continúa Armstrong en la entrevista con el vespertino francés, al que confiesa: “simplemente participé en el sistema”.
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