Ibrahim Dabashi, representante del Consejo Nacional de Transición (CNT) libio ante la ONU, dio este martes por "caído" al régimen de Gadafi y aseguró que los rebeldes tendrán el control total de Libia en las próximas 72 horas. Según líderes militares rebeldes, sus hombres ya controlan más de 75 por ciento del país.
"Esperamos que Libia será completamente libre y estará en calma en las próximas 72 horas", dijo Dabashi en una reunión con la prensa en la Misión de Libia ante la ONU, donde también señaló que las fuerzas rebeldes avanzan hacia Sirte, ciudad natal de Gadafi, que esperan que caiga en las próximas 48 horas.
Dabashi, que era embajador adjunto de Libia ante la ONU hasta que el pasado marzo se declaró en rebeldía contra Gadafi junto al resto de la delegación diplomática en Nueva York, aseguró que "el régimen de Gadafi dejó de existir hace dos días, momento desde el que ninguna institución ha funcionado" y, tras confirmar que los rebeldes tomaron control de la fortaleza del dictador, señaló que, por el momento, no saben de su paradero.
"Cabe la posibilidad de que Gadafi, sus hijos y sus altos oficiales se hayan desperdigado en distintas casas en Trípoli, y también puede ser que Gadafi se encuentre escondido en algunos de los refugios subterráneos que hay bajo la ciudad", indicó Dabashi, quien espera que se les capture "pronto".
Controlan fortaleza del dictador
Con Gadafi, aún en paradero desconocido, los rebeldes lograron ayer quebrar la resistencia de su fortaleza, donde se libró una de las últimas batallas por el control definitivo de la capital.
Según fuentes de los rebeldes, toda Trípoli está ya en su poder, incluida la propia fortaleza de "Bab al Aiziya".
Centenares de rebeldes llegaron al cuartel de Gadafi, llevándose cajas enteras de municiones y disparando sus armas al aire en gesto de celebración. Con los fusiles en alto y el júbilo escrito en el rostro, los insurgentes comenzaron a gritar "Ala es el más grande. Bab al Aziziya ha caído, Trípoli es libre".
Ardían fieras batallas antes de que los rebeldes tumbaron los portones verdes del cuartel en medio de un tiroteo intenso. El cuerpo sin vida de un soldado leal a Gadafi, con su cráneo abierto y ensangrentado, yacía en el suelo de una de dos tiendas de campaña utilizadas para mítines de simpatizantes gadafistas. La otra tienda de campaña se estaba incendiando.
El extenso complejo, muy dañado por los bombardeos de la Otán, es el símbolo más sobresaliente de los 42 años de dictadura y su caída, un día después de entrar los insurgentes en la capital libia con gran celeridad, ocurrió pese a los bolsones de resistencia y lanzamiento de cohetes en la capital.
Las imágenes proporcionadas por las televisiones árabes mostraron grupos de milicianos que se pasean por el interior de la fortaleza, donde al parecer no se escondía ni el líder libio ni sus hijos.
Los rebeldes buscaron, entre escombros y columnas de humo negro, leales del régimen a los que desarmar y símbolos del dictador que arrasar.
Aparece un hijo
Las conjeturas sobre el destino de Gadafi y de sus hijos más belicosos prosiguen en medio de la confusión. Seif al Islam, quien era visto como el sucesor de Gadafi, apareció para desmentir las declaraciones de los insurgentes de que había sido capturado.
Seif al-Islam se presentó el martes por la mañana en el hotel Rixos, donde los periodistas extranjeros se alojan en Trípoli, cuidados de cerca por gente del régimen. Llevó a reporteros en su convoy a partes de la ciudad que siguen bajo el poder del régimen.
Su sorpresiva aparición pareció resaltar la posibilidad de que Gadafi montara una contraofensiva aunque dé la impresión de que pierde por momentos su poder.
El Consejo Nacional Transitorio libio (CNT) reconoció ayer que la noticia falsa sobre la detención de Seif al Islam aparecida la noche del domingo, facilitó el avance rebelde en Trípoli.
En una rueda de prensa celebrada en Doha y retransmitida por varios canales árabes, Mahmud Yibril, primer ministro del CNT, aseguró que la noticia falsa de la detención de Seif al Islam "produjo ganancias políticas y militares a los rebeldes".
Según Yibril, desde la aparición de dicha información 11 países reconocieron al CNT y un gran número de militares entregaron sus armas.
Mientras el régimen parece comenzar a desmoronarse de manera definitiva, la comunidad internacional empieza a prepararse para una transición que se prevé larga, compleja y difícil.
Otán: rebeldes tienen el control
EFE. Bruselas. La Otán confirmó ayer que los rebeldes tomaron el control de Trípoli, pero advirtió de que la situación en la capital permanece compleja y que aún persisten focos de resistencia en la ciudad y sus alrededores, por lo que no bajará la guardia.
"Trípoli ya no está bajo control de Gadafi", aunque permanecen activos algunos "focos de lucha", aseguró el portavoz militar de la Operación "Protector Unificado", el coronel canadiense Roland Lavoie, desde Nápoles en la rueda de prensa semanal de la Alianza Atlántica.
La portavoz de la Otán, Oana Lungescu, consideró que las tropas leales al líder libio, Muamar el Gadafi, están "librando una batalla perdida" y que para su régimen "este es el capítulo final".
"Su fin está próximo. Gadafi es historia y cuanto antes lo comprenda mejor".
La Otán reconoció que desconoce el paradero del coronel libio, aunque consideró que no tiene una gran importancia.
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