Sería una generación en que prácticamente ningún niño nacería con el virus del VIH, y los adolescentes y adultos tendrían un menor riesgo de ser infectados gracias a una amplia gama de herramientas preventivas.
Finalmente, si los jóvenes adultos llegaran a contraer el VIH que tengan la oportunidad de tener acceso a un tratamiento que los ayude a prevenir el desarrollo del sida y frenar el traspaso del virus a otros.
La ciencia puede jugar un papel importante en ayudarnos a controlar la epidemia, reducir el número de nuevas infecciones, y hacer mucho más efectivos los esfuerzos que se realizan para prevenir y tratar la enfermedad.
Tanto el Programa Presidencial de Emergencia de Asistencia para el Sida (PEPFAR, por sus siglas en inglés), como el Gobierno de los Estados Unidos, utilizan la ciencia para guiar sus políticas, fortalecer los programas y maximizar el impacto de los esfuerzos realizados por nuestro país. Tres intervenciones científicas claves han sido identificadas como fundamentales para prevenir la expansión de la enfermedad: frenar la transmisión de la enfermedad de madre a recién nacido; ampliar la circuncisión masculina voluntaria y aumentar el acceso a los tratamientos.
Cuando estas intervenciones se utilizan en combinación con condones y otras herramientas de prevención, se presenta una oportunidad histórica para reducir de manera significativa la tasa de nuevas infecciones.
El Gobierno de Estados Unidos ha sido un socio del Gobierno de la República Dominicana durante los últimos 20 años en la lucha contra el VIH/sida. Una vez más, este año el Gobierno de los Estados Unidos reafirma su compromiso, a través de PEPFAR, de continuar apoyando el programa “Repuesta Nacional Contra el VIH/Sida”, y ayudando a la República Dominicana a desarrollar una “generación libre de sida”. La secretaria Clinton específicamente mencionó las siguientes áreas técnicas, las cuales han resultado ser las más efectivas, y donde los Estados Unidos está enfocando su estrategia de prevención:
1. Prevención de la transmisión madre-hijo: Hoy, una de cada siete infecciones a nivel mundial ocurre a través de la transmisión madre-hijo. En el 2010, el PEPFAR contribuyó a prevenir que 114,000 infantes nacieran con el VIH.
En la República Dominicana, el Pepfar trabaja con la “Respuesta Nacional contra el VIH/Sida”. A través de este programa se monitorea a todas las embarazadas para determinar si tienen el VIH. Al saber cuáles mujeres son portadoras de la infección, el profesional de la salud puede tomar medidas específicas, y dar pasos científicamente aceptados para reducir la posibilidad de que la infección sea transmitida al infante. Esta es una reconocida estrategia de prevención, y es efectiva.
2. Circuncisión médica voluntaria: Este procedimiento de bajo costo reduce el riesgo de la transmisión del VIH en más de un 60 por ciento. Es una intervención que se realiza una sola vez, con beneficios que durarán toda la vida. Un millón de hombres alrededor del mundo han aceptado de manera voluntaria la circuncisión. Desde el 2007, el PEPFAR ha financiado tres cuartas partes de estos procedimientos, la mayoría en África.
La República Dominicana no cuenta con un programa de circuncisión para hombres, pero las autoridades dominicanas deben considerar los beneficios que traería la implementación de un programa similar, tomando en cuenta la experiencia global y las lecciones aprendidas.
3. Tratamiento y prevención: La ciencia ha demostrado que cuando una persona infectada con el virus del VIH recibe el tratamiento antirretroviral (ARV, por sus siglas en inglés) los resultados son altamente efectivos en la prevención de la transmisión del virus a otros. Un tratamiento efectivo con los ARV puede reducir el riesgo de transmisión del virus en casi un 96 por ciento.
Clinton resaltó ante el mundo su llamada a la acción con el fin de alcanzar la meta de una “generación libre del sida”. Sus lineamientos fueron muy claros. Primero, la ciencia debe guiar los pasos a seguir para alcanzar las metas de prevención; segundo, los países receptores, como República Dominicana, deben continuar empoderándose de sus programas antisida y contribuir con más fondos nacionales a la lucha.
Las naciones y programas contribuyentes, como el PEPFAR, deben continuar apoyando el fortalecimiento de los sistemas de salud y mejorar la calidad de los servicios, con el objetivo de alcanzar una mejor calidad de vida para todos los dominicanos. Como un socio responsable en esta lucha, el Gobierno de los Estados Unidos reitera en este Día Mundial del Sida 2011 su compromiso de continuar apoyando el programa “Respuesta Nacional Contra el VIH/Sida” del Gobierno.
*Embajador de Estados Unidos en el país.
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