Estudiantes de más de 15 planteles de la comunidad caminaron, agarrados en cadena, por la avenida Isabela, desde la Autopista Duarte hasta la escuela San José, reclamando acciones concretas para resolver los males que genera la violencia y la inseguridad.
El sacerdote Eduardo Carrión, párrroco de la iglesia La Altagracia, expresó que la comunidad aprovechó el último día de noviembre, mes dedicado a la familia, para advertir que este núcleo central de la sociedad está constantemente amenazado por la violencia y los antivalores.
Explicó que iniciaron la jornada con los estudiantes de los niveles primarios y secundarios, porque hay que comenzar con ellos a valorar las buenas costumbres en las escuelas, para que ellos puedan transmitirlas a sus padres, hermanos y vecinos.
Consideró que Pantoja, como el resto del país, es víctima de la violencia, no solamente intrafamiliar, sino de todo tipo, mientras la inseguridad se ha convertido en uno de los mayores males.
Denunció que los ciudadanos temen salir en las primeras horas de la mañana y regresar en la noche, debido a los atracos y asaltos que se producen en esos horarios.
A estos, agregó el religioso, se suma la gran cantidad de puntos de drogas en la zona, lo que constituye una real amenaza para las familias, al mismo tiempo que para la sociedad.
“A las acciones violentas contribuyen la falta de energía eléctrrica, de agua potable, el mal estado de las calles, el desempleo y otros males que el Gobierno debe contribuir” a solucionar, manifestó Carrión.
Aclaró que las acciones de las autoridades han sido tímidas y la Policía se concentra en practicar redadas que no son más que un paliativo al problema, al que debe llegarse hasta la raíz
Igual se manifestó Alipio Ubrí Sosa, coordinador de la marcha Cadena por la Unidad de la Familia Dominicana, que culminó en la escuela San José .
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