El atentado en Nueva Delhi y el intento de ataque en Tiflis se produjeron al día siguiente del cuarto aniversario de la eliminación en Damasco de Imad Mugnieh, el jefe militar de Hezbollah. Israel ha sido señalado por ese asesinato, aunque nunca lo confirmó.
Enseguida, ese grupo islámico libanés, y Teherán como su padrino político, se convirtieron en los sospechosos inmediatos, según acusó el propio premier israelí Benjamin Netanyahu.
Un nivel más bajo de alerta ya había sido declarado en las instituciones israelíes y judías en las vísperas del aniversario de la muerte de Mugnieh, a quien Israel responsabilizó por su relación con los atentados contra la embajada de Israel y el edificio de la mutual judía (AMIA) en Buenos Aires en 1992 y 1994 respectivamente.
En Nueva Delhi, un auto de la embajada de Israel estalló y dejó cuatro heridos, cerca de la sede diplomática y de la residencia del primer ministro indio, Manmohan Singh, en una zona muy vigilada. Al parecer, una bomba había sido adherida al costado del coche por uno o dos motociclistas, según la policía india.
La que recibió heridas más graves fue una diplomática israelí de 42 años, que acababa de dejar a sus hijos en el colegio. Además, tres ciudadanos indios quedaron con lesiones leves. La mujer, esposa del delegado de Defensa de la embajada, fue hospitalizada pero estaba “consciente” y no se temía por su vida, indicó el comisario de policía G.K. Gupta a la prensa.
Casi al mismo tiempo, en Tiflis, la capital de la ex república soviética de Georgia, un empleado de la embajada descubrió una bomba bajo su auto mientras estaba manejando . El hombre escuchó ruidos extraños del piso del auto y paró a un costado de la ruta para revisar el desperfecto. Cuando encontró el artefacto, avisó de inmediato a la policía, que logró desmantelarlo antes de que estallara.
“Hoy hemos sido testigos de dos intentos de terrorismo en contra de civiles inocentes”, declaró Netanyahu a los legisladores.
“Irán está detrás de estos ataques y es el mayor exportador de terrorismo del mundo”, agregó.
Los agresores en la India y en Georgia al parecer usaron bombas con imanes que desconocidos adhirieron a los vehículos, similares a las usadas contra varios funcionarios nucleares de Irán asesinados desde comienzos de 2010.
Hasta anoche nadie se había responsabilizado de los atentados.
Pero Netanyahu afirmó que Israel había neutralizado otros ataques en los últimos meses en Azerbaiján y Tailandia. “En todos esos casos, los elementos detrás de los ataques eran Irán y su protegido Hezbollah”, remarcó el jefe de gobierno, y prometió “actuar con mano firme en contra del terrorismo internacional”.
Medios de Israel reportaron que el gobierno culpó a Irán con base en información previa.
“Sabemos cómo identificar a quién es responsable del ataque y quién lo llevó a cabo”, dijo el canciller israelí Avigdor Liberman. “Israel no dejará que el terrorismo afecte su agenda. Esto solo muestra que Israel y sus ciudadanos se enfrentan al terror dentro y fuera del país todos los días”, agregó.
Analistas especializados en Israel señalan que el hecho de que Hezbollah haya atacado dos objetivos menores y no las sedes de las embajadas israelíes, devendría de dos razones entrelazadas: las medidas de seguridad que exitosamente evitan atentados en embajadas israelíes, pero a la vez en la conciencia que no pueden prever la conducta israelí en caso de otro atentado como el que destruyó la embajada israelí en la Argentina.
El régimen islámico de Teherán, en tanto, negó estar detrás de los atentados. “Rechazamos categóricamente las acusaciones del régimen sionista. Son parte de una guerra de propaganda”, dijo el portavoz de la cancillería iraní, Ramin Mehmanparast, citado por el canal de TV Al Alam. Y denunció que “el propio régimen sionista está basado en el terrorismo de Estado y la ocupación”.
Desde enero de 2010, cuatro científicos iraníes, tres de ellos implicados en el programa nuclear, murieron en atentados con bomba en Irán. Las autoridades acusaron a los servicios de inteligencia de Estados Unidos e Israel de estar detrás de esos asesinatos.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, condenó en los “términos más duros posibles” los atentados contra diplomáticos de Israel en India y Georgia, y dijo que Washington asistirá cualquier investigación.
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