NEVADA, Estados Unidos - Una niña hispana de 10 años fue atacada sexualmente y luego muerta en una agresión brutal en que también su madre falleció y su padre resultó gravemente herido de la cabeza en una casa que quedó manchada de sangre en Las Vegas, informó el jueves la Policía.
El descubrimiento del ataque sexual a la niña amplía la investigación del caso, dijo el teniente Clinton Nichols de la Policía de Las Vegas.
Los agentes que fueron a la casa encontraron los cadáveres después de que un niño de 9 años, hermano de la niña, llegó a la escuela el lunes y dijo que su madre y su hermana estaban muertas. Un niño de 4 años fue hallado ileso en la casa.
No se ha identificado a sospechosos. Nichols pidió paciencia y dijo que los rumores complicaban la investigación, sin ahondar en esas supuestas versiones.
La policía descartó el lunes la posibilidad de que un intruso haya cometido el ataque o de que hubiera un sospechoso en fuga, pero Nichols dijo luego que los investigadores no habían determinado con exactitud lo que ocurrió ni cuándo en la modesta casa con tres recámaras.
Los investigadores están actuando deliberadamente de manera lenta y metódica, estableció Nichols el jueves.
De acuerdo con las autoridades, la niña y su madre, Ignacia Martínez, de 38 años, fueron muertas a golpes con un objeto contundente en distintas habitaciones.
El padre, Arturo Martínez, de 39, fue herido en la sala. El o las armas del ataque no han sido identificadas.
El médico forense del condado de Clark, Michael Murphy, consideró que las muertes fueron homicidios.
El padre de la niña continúa hospitalizado
Arturo Martínez seguía hospitalizado el jueves en el hospital University Medical Center en Las Vegas con una severa lesión en la cabeza, dijeron las autoridades. La policía dijo que no ha podido interrogarlo debido a la herida.
Los dos niños fueron colocados bajo custodia de protección en el Departamento de Servicios Familias del condado de Clark. Nichols dijo que los consejeros infantiles han hablado en ese lugar con los niños, pero la policía, no.
"No vamos a presionarlos", argumentó Nichols. "Uno puede nada más imaginarse lo que vieron".
Un vecino y amigo de la familia, Mark Groenert, dijo el jueves que Arturo Martínez era un electricista trabajador que enseñaba boxeo en su tiempo libre y se mantenía en forma haciendo ejercicio. En ocasiones, agregó, tuvo conflictos con otro vecino por problemas con los lugares para estacionarse. Refirió que el último incidente ocurrió en la madrugada del sábado, cuando Arturo Martínez discutió con un vecino.
Nichols descartó que esa situación haya provocado el ataque fatal.
Groenert dijo en cambio que "alguien invadió" la casa de los Martínez. "Alguien anda en fuga".
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