El mundo de la NBA condenó de forma unánime la agresión que el alero Ron Artest (cambió su nombre y ahora es Metta World Peace), de Los Angeles Lakers, protagonizó contra el escoltaJames Harden, de Oklahoma City, en el partido que ambos equipos disputaron ayer en el Staples Center.
La de ayer no fue la primera vez que Ron Artest es apuntado por un hecho de violencia. En noviembre de 2004, con la camiseta de Indiana, protagonizó una batalla campal con espectadores de Detroit en las gradas del Palace de Auburn Hills que le costó una suspensión de 86 partidos.
Ayer faltaban poco más de un minuto y medio para terminar el segundo cuarto del partido, cuando en pleno festejo de una volcada que acercaba a su equipo 48-47 World Peace le aplicó un salvaje y descalificador codazo a Harden en la parte lateral posterior de la cabeza que lo dejó nocáut por unos minutos.
Harden no pudo seguir en el partido y los Thunder creen que podría tener los efectos de una conmoción cerebral, lo que supondrá que podrían perderlo para los primeros partidos de la fase final, algo que indignó a todos en Oklahoma City.
El entrenador de Oklahoma, Scott Brooks, declaró que lo que más le preocupaba era la salud de Harden. "Es una mala acción que por nada del mundo se debe permitir ni tan siquiera justificar como hizo World Peace con un comunicado falso y sin sentido", afirmó.
World Peace dio a conocer un comunicado al concluir el partido en el que admitió que estaba muy exaltado después de esa volcada, pero el que el codazo fue sin intención, todo lo contrario de lo que muestran las imágenes de televisión, prueba irrefutable de que el codazo es a propósito y con toda la fuerza posible.
También habló el ala-pivote congoleño nacionalizado español Serge Ibaka, compañero de Harden, y declaró que World Peace también quiso pelear con él. "En mi vida había visto algo parecido y tan vergonzoso en directo, lo observé todo, y el golpe fue brutal, fue algo sorprendente", declaró Ibaka. "Me fui rápido hacia él a preguntarle por qué había hecho tal cosa y su respuesta fue que quería seguir peleando, no sé en qué estaba pensando, no tengo ni idea".
La reacción de World Peace también fue condenada fuera de los dos equipos. Acaso una de las críticas más fuertes fue la del legendarioMagic Johnson, comentarista de televisión con la cadena ABC, que trasmitió el partido, y al analizar las acciones del jugador de los Lakers. "No hay excusas posibles, es un jugador de los Lakers, lo estaba haciendo fenomenal, y su reacción fue violenta, sin justificación, y toda una vergüenza para la organización a la que siempre representaré allí donde esté", subrayó Johnson. "El castigo de la NBA debe ser ejemplar, por nada del mundo se debe permitir que el baloncesto sea convierta en el hockey sobre hielo de la NHL".
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